domingo, 28 de abril de 2024
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¿Vuelve “La Niña” en 2.024?. Qué podría pasar con el clima, según expertos del INTA

Según las proyecciones climáticas, a partir del trimestre julio, agosto y septiembre, existiría un 40 % en igualdad entre transitar una fase Neutral y una fase “La Niña”.

En este sentido, si bien los pronósticos internacionales indican la permanencia de “El Niño” durante el verano, entraría un debilitamiento progresivo con probabilidad de que llegue a su fin durante el trimestre abril-mayo-junio.

De esta manera, el Dr. Pablo Mercuri, director del Centro de Investigación de Recursos Naturales (CIRN) del INTA y Natalia Gattinoni, especialista del Instituto de Clima y Agua del CIRN, analizaron la campaña y lo que podría venir durante el 2.024.

¿Vuelve “La Niña”?

Una de las claves de la presente campaña será avizorar qué pasará con el clima durante el año, cómo evolucionará el fenómeno “El Niño” y si existen posibilidades de volver a padecer a “La Niña”.

Como se sabe, la evolución del fenómeno “El Niño” favorece la continuidad de lluvias durante el verano, aunque “en la Región Pampeana y en el Litoral tendrían un mayor espaciamiento y más variabilidad, con un incremento en intensidad y frecuencia en el oeste y el NOA especialmente durante enero”, aseguró Mercuri.

Esto sumado a la mayor evapotranspiración hará que no sea tan probable que se produzcan o que continúen los anegamientos en ambientes bajos o planos. No obstante, desde el Centro de Investigación de Recursos Naturales mantienen la recomendación de que en todos los ambientes de loma y media loma donde no existen riesgo de anegamiento hay que seguir promoviendo la infiltración y evitar el escurrimiento.

Por su parte, Natalia Gattinoni, señaló que “los pronósticos internacionales indican un debilitamiento progresivo de “El Niño”, con una mayor probabilidad de que el evento llegue a su fin durante el trimestre abril-mayo-junio 2024”. En ese sentido, afirmó que “los modelos coinciden en apuntar a una mayor probabilidad de una transición a la fase neutral de ENOS a partir de dicho trimestre y por lo tanto perdiendo influencia sobre las lluvias en nuestro país”.

Asimismo, advirtió que “según la actualización de los modelos a diciembre de 2023 hay un 40 % en igualdad entre transitar una fase Neutral y una fase “La Niña” a partir del trimestre julio, agosto y septiembre de 2024”. Aunque sostuvo que “no es posible adelantar cuál será la fase que prevalecerá para la segunda parte del año y será importante continuar su seguimiento sabiendo la naturaleza cíclica de este fenómeno y lo que ha ocurrido años donde se presentó un Niño similar”.

La importancia del agua

En el informe publicado por el INTA, al analizar los aspectos climáticos de la presente campaña, los especialistas también pusieron en valor la importancia del agua como elemento esencial de ecosistemas y de los sistemas de producción, sin perder de vista otros factores como el uso de fertilizantes y el monitoreo de plagas, malezas y enfermedades.

A modo de repaso, el fenómeno climático ENOS (El Niño-Oscilación del Sur) presentó el inicio de su fase cálida El Niño hacia el trimestre abril-mayo-junio y cobró intensidad durante la última parte del año 2023. Esto favoreció, en primer lugar, la ocurrencia de lluvias sobre el noreste argentino. Durante los meses de noviembre y diciembre las precipitaciones en áreas productivas del centro del territorio permitieron una recuperación progresiva del contenido hídrico de los suelos.

“Dada la importante recomposición hídrica en la mayoría de las zonas productivas, en esta campaña de gruesa podemos afirmar que el agua no es el factor limitante, y alcanzar altos niveles de producción será mucho más dependiente del manejo agronómico”, afirmó el Dr. Pablo Mercuri.

De acuerdo con Mercuri, “sin la limitación del agua, se espera que en lotes donde se pudieron realizar siembras tempranas y ciclos largos, maíces y sojas podrán expresar su potencial genético o superar los techos productivos, incluso dadas las perspectivas de nuevas lluvias durante el periodo de floración y llenado de granos”.

Si bien la disponibilidad de agua es un factor limitante, “en esta campaña veremos las interacciones con otros factores como los riesgos en la aparición de plagas, enfermedades y la competencia de malezas”, indicó el experto, y agregó que “se requerirá un arduo seguimiento de estas problemáticas durante los próximos meses”.

“Es importante considerar que el cultivo no tenga limitaciones nutricionales severas, de una serie de nutrientes esenciales, que participan en el crecimiento y desarrollo de estructuras vegetativas y radiculares, tanto para el maíz como para la soja”, señaló el director del CIRN.

En ese sentido, “el uso de fertilizantes se traducirá en la respuesta clara en los rendimientos. Por esas razones, el manejo agronómico, su planificación, la anticipación con análisis de suelos y foliares, y el seguimiento de cada lote vuelve a ser clave para el éxito de la cosecha”, concluyó Mercuri.

*Fuente: INTA Informa

Nota del editor: cabe señalar que Agroverdad se limita a reproducir los informes climáticos que emiten algunos organismos o entidades y no se hace cargo de los pronósticos que formulan y si estos son acertados -o aciertan- o no.

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