sábado, 27 de abril de 2024
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Mercados agrícolas. Recomiendan aumentar coberturas y hacer “ventas quirúrgicas”

En un mercado internacional bajista y con la incertidumbre y las distorsiones locales, recomiendan aumentar coberturas y sólo hacer “ventas quirúrgicas”.

En este contexto, a las empresas del agro, la figura que mejor las describe hoy “es la del equilibrista que debe sostener muchos platos en el aire intentando que no se estrellen contra el suelo”, señalan Teo Zorraquín y Alejandro Meneses.

En su primer apunte del 2024, también analizan otras variables relacionadas con el sector agropecuario y repasan los primeros 50 días del Gobierno de Milei. Además, se ocupan de interpretar el negocio agrícola, el ganadero y el lechero, sobre los cuales dejan algunas recomendaciones y apreciaciones.

Negocio agrícola

Por un lado, mercado agrícola internacional viene condicionado en las últimas semanas por los coletazos del último informe del USDA, llevó a un mercado bajista para la mayoría de los granos”. Por el otro, “las mermas de producción en Brasil y la sequía en determinadas zonas de Argentina, de difícil pronóstico todavía, son los factores alcistas en estos momentos”. A lo que se suman, “los distintos conflictos bélicos en el mundo” que pueden impactar en el mercado.

“Localmente, tenemos un mercado divorciado del internacional, afectado fundamentalmente por las acciones del gobierno”, señalaron Zorraquín y Meneses.

“El mercado copia rápidamente medidas que quizá no se terminen aplicando (retenciones) y en algún momento entrega parte de dicho gap por necesidad de mercadería o negocio. Párrafo aparte merece el girasol que comenzó a buscar negocios y originación, cuando hasta hace quince días ni siquiera había precio”, describieron.

Con este panorama, “la recomendación en un mercado internacional bajista y con incertidumbre económica local es aumentar las coberturas utilizando el mercado a término para aquellos granos que así lo permiten (soja, trigo, maíz), y realizar ventas “quirúrgicas” para aquellos que no lo permiten (cebada, girasol)”, apuntaron los consultores.

En otro párrafo del reporte, consideraron que “si hubiera una clara perspectiva de cómo se visualiza el negocio de la campaña que viene, sin dudas eso haría que el productor tomara ya decisiones al respecto, lo que haría aumentar sus ventas”.

“La muestra palmaria de lo que mencionamos es que las ventas o fijaciones de maíz y soja previas a la cosecha (forward) son muy bajas. Además, en aquellos cultivos cosechados, como el trigo, hay muy poca venta o fijación de precios y mucha mercadería entregada a fijar”, interpretaron.

Negocio Ganadero

En cuanto a al negocio ganadero “siempre es difícil pronosticar, pero a grandes rasgos para el 2024 se espera una menor oferta de terneros y de novillos, una intención de los ganaderos de retener hembras para recomponer stock de vientres, un intento de meter más kilos por cabeza en la recría o el engorde de todas las categorías y, dependiendo de la relación de precios, volver a llenar los corrales de terminación”, resumieron.

Para Zorraquín+Meneses, durante el año habrá tensiones” ya que “la pelea” entre el consumo interno y la exportación será fuerte. “Dada la orientación de este gobierno, asignamos pocas probabilidades a que intervenga con un discurso del tipo de ‘cuidar la mesa de los argentinos’ y deje que el mercado encuentre su equilibrio”. Y en este contexto, “es posible que las demás carnes, llamadas usualmente sustitutas, reemplacen parte del consumo de carne vacuna”, mencionaron.

Según un trabajo publicado por CREA, citado en el reporte, “para el segundo semestre de 2024 los precios, expresados en dólares por kilo vivo, se ubicarían en el orden de los US$ 2,50 para el ternero, de los US$ 2 para el novillo y de US$ 1,50 para la vaca”. Por lo tanto, analizan que “si el dólar no se atrasa respecto a otras variables (inflación de costos), con estos precios puede existir una rentabilidad aceptable” durante el año en curso.

Negocio Lechero

Con respecto a la lechería auguran un panorama relativamente alentador, por el lado, a través de una mejora en los precios y, por el otro, ante un probable repunte de las exportaciones.

“Para enero el precio a recibir debería estar al menos en el orden de los 220 $/litro para seguir recuperando capacidad de pago en los tambos”, señalan. “Porque, como suele ocurrir, una devaluación como la registrada tiene efectos iniciales negativos en la lechería”, pero “con el paso del tiempo el equilibrio llega. Hay que tener espalda para poder resistir y esperar ese momento”, analizaron.

Paralelamente, “la menor producción de enero, ha generado en el mercado la sensación que ‘falta o va a faltar leche’. No tanto por el consumo interno, golpeado por la coyuntura, sino por una posible recuperación de las exportaciones ante un mercado mundial con una leche en polvo que ha recuperado un valor superior a los US$ 3200 dólares la tonelada”, apuntaron.

“Equilibrista de platos”

“La figura que mejor describe hoy a una empresa es la del equilibrista que debe sostener muchos platos en el aire intentando que no se estrellen contra el suelo”, de esta manera Zorraquín+Meneses grafican la actual coyuntura en la que se tienen que desenvolver las empresas y emprendimientos agropecuarios en nuestro país. Según analizan los consultores, como principales prioridades “el foco hoy está puesto en el capital humano, en lo productivo y en lo financiero”.

Lo humano, “se refiere al seguimiento permanente de las necesidades de las personas que participan en las empresas (empleados, asesores, accionistas) que ven cómo la alta inflación genera picos de necesidad no previstos”, describieron.

Lo productivo, “implica dedicar mucho tiempo a monitoreo de cultivos, movimiento de rodeos, búsqueda de insumos, diseño de la próxima campaña imaginando oportunidades y amenazas”, apuntaron.

Y lo financiero, “porque es el oxígeno que permite a las empresas seguir respirando hoy, situación que varía mucho entre las que vienen bien equilibradas y con stocks para venta y aquellas que quedaron dañadas por el clima del año anterior y necesitan tiempo para recomponerse”, señalaron.

En este sentido, “notamos un espíritu de emprender y de innovar intacto en general, con un nuevo aire de optimismo a partir del cambio de gobierno”, subrayaron los consultores. Pero, “ser empresario en nuestro país implica poder separar sueños y deseos, de realidades y riesgos. Esa capacidad para distinguir unas de otras está más viva que nunca”, destacaron con cierto optimismo Zorraquín y Meneses en su primer reporte del año.

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