En un contexto en el que la importación de fertilizantes cayó un 33% en el primer semestre del año y hubo menos inversión, el potencial de producción de trigo 2023/24 cae en una zona de riesgo: los rindes en la zona núcleo podrían bajar entre 10 y un 15 qq/ha si no se completan las fertilizaciones.
Un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario da cuenta de esta situación, más allá de que en términos generales la siembra de cultivo avanza con normalidad, como así también la molienda.
Lo impositivo, un freno
De acuerdo al reporte de la BCR, un punto a destacar en materia de disponibilidad de insumos para la campaña 2023/24, es que la disminución en la importación de fertilizantes durante el primer semestre cobra relevancia si se tiene en cuenta que sólo se produce a nivel local el 50% de la urea que se consume, mientras que se importa el total del resto de los productos.
Pero la cuestión impositiva es la que en los últimos días se convirtió en un ancla. Según la entidad rosarina, “durante las últimas semanas se frenó la totalidad de las ventas de urea debido a la incertidumbre respecto a la aplicación de nuevos impuestos a las importaciones”, una inquietud que terminó de confirmarse el pasado domingo con el Decreto 377/2023.
Como ya se sabe, de acuerdo a la nueva normativa los insumos agropecuarios comenzarán a pagar el impuesto para una Argentina Inclusiva y Solidaria (PAIS) con una alícuota del 7,5% de las importaciones, “lo que generó una fuerte brecha entre los precios locales con respecto a los precios internacionales que venía gestándose desde hace semanas por los rumores sobre el nuevo impuesto y la incertidumbre que generaba. A pesar de que los precios mundiales mostraron una tendencia bajista durante el último año, en Argentina nunca terminó de reflejarse esta situación”.
Preocupa la disponibilidad a futuro
Volviendo al tema de la disponibilidad de insumos, “debido a que Argentina todavía se encuentra en época de fertilización para macollaje de trigo, la demanda de urea se mantuvo alta, pero no hubo gran oferta por parte del mercado. Más aún, lo que más preocupa actualmente es la disponibilidad de fertilizantes para lo que será la siembra de maíz de los próximos meses”, indica la Bolsa.
Más allá de que la condición de los cultivos de trigo sembrados para la campaña 2023/24 es prometedora, la falta de fertilización podría influenciar y limitar los rindes potenciales del cereal. Como ya se indicó al principio, un informe reciente de GEA indicó que los rindes en la zona núcleo podrían caer entre 10 a 15 qq/ha si no se completan las fertilizaciones.
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