A la peor bajante del Río Paraná en 50 años, ahora se le suma un derrumbe en el canal de navegación que dificulta la circulación de los barcos.
El fenómeno ocurrió en la noche del viernes en el kilómetro 390, a la altura de las localidades de General Lagos y Arroyo Seco, en el sur de la provincia de Santa Fé.
Este hecho, motiva que los buques ya cargados hayan comenzado a amontonarse, generando importantes demoras para la navegabilidad.
Derrumbe y medidas
El desmoronamiento, que tendría una dimensión de 60 x 27 metros, produjo una pérdida adicional de más de 1,5 metros de profundidad en el cauce.
«Este acontecimiento generado por causas naturales y que puede ocurrir con algún grado de frecuencia, provocó en esta ocasión, mayores preocupaciones y complicaciones, por el contexto de bajante histórica en el que ya se encuentra el Río Paraná desde hace varias semanas«, explicó en un comunicado Jan De Nul, empresa a cargo de la concesión de la hidrovía.
Asimismo, la empresa informó que concurrieron al lugar dragas con el objetivo de restablecer en el menor plazo posible las condiciones de navegabilidad en la zona
“Hasta el momento ya se ha recuperado más de un metro de profundidad”, señalaron.
“Los barcos no pueden salir porque no tienen el margen de seguridad adecuado”, dijo a Reuters Guillermo Wade, gerente de la Cámara de Actividades Portuarias y Marítimas (CAPyM).
“Un barco habitualmente carga unas 50.000 toneladas de granos. Te estás perdiendo unas 11.000 toneladas por barco, cerca de un 24% de la carga que habitualmente tenés en esta época del año”, agregó el ejecutivo.
Entre otras medidas urgentes, se evalúa la posibilidad de cambiar la traza navegable del canal en esa zona.
