Con la publicación de su registración y reconocimiento en el Boletín Oficial de la Nación, ahora la Miel del Monte Nativo Cordobés ya cuenta de manera formal con su sello de Identificación Geográfica (IG).
Este tipo de identificación es un aval de los organismos oficiales que permite contar con garantías de una calidad particular vinculada con el origen geográfico del producto en cuestión, en este caso lo generado por apicultores que trabajan en el Monte Nativo de la provincia.
Con esto, se facilita a los consumidores el acceso a una mejor información de las cualidades y componentes de origen, en tanto que los productores suman una estrategia de diferenciación y valor agregado para la comercialización.
Esta publicación en el Boletín llega tres meses después de que autoridades y docentes de la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la UNC, junto a investigadoras de otras facultades y funcionarios del Ministerio de Agricultura y Ganadería de la Provincia (ahora de Bioagroindustria), anunciaran en noviembre de 2023 que la Solicitud de Reconocimiento de la miel había sido aprobada. Agroverdad estuvo presente en ese encuentro llevado a cabo en la Escuela para Graduados de esa facultad.
En aquel momento, explicaron que el paso final para la formalidad era la publicación de la registración y el reconocimiento definitivos, cosa que acaba de suceder con Resolución 18/2024 fechada el viernes 1 de marzo pasado.
Las zonas de la miel
En los considerandos de la Resolución, se consigna que los solicitantes han cumplido “con todos los recaudos y condiciones generales y particulares requeridos por la citada Ley Nº 25.380, para la obtención del reconocimiento de la Indicación Geográfica (I.G.) MIEL DE MONTE NATIVO CORDOBÉS”.
“Reconócese, regístrese y protéjase la Indicación Geográfica (I.G.) “MIEL DE MONTE NATIVO CORDOBÉS”, cuya área de producción está delimitada conforme al mapa y localización de los puntos consignados en el citado Adjunto”, especifica el articulado. La zona de producción de la miel que cuenta con el sello I.G. es la que se muestra a continuación.
Como se puede apreciar, la ubicación donde se desarrolla la producción apícola incluyen los departamentos San Javier, San Alberto, Minas, Pocho, Cruz del Eje, Ischilín, Tulumba, Sobremonte y Río Seco.
Una Asociación Civil conformada por productores apícolas es la que tendrá el denominado Derecho de Uso del sello. “Otórgase y expídase el Certificado de Derecho de Uso de la Indicación Geográfica (I.G.) MIEL DE MONTE NATIVO CORDOBÉS a la ASOCIACIÓN CIVIL ABIERTA CONSEJO DE LA INDICACIÓN GEOGRÁFICA MIEL DE MONTE NATIVO CORDOBÉS”, se detalla en el Boletín. Integran esta asociación la Cooperativa Apícola de Ischilín; la Mesa de Producción Apícola de San Marcos Sierra; la Cooperativa Apícola y Agropecuaria Villa de Soto; la Cooperativa de trabajo Apicola San Ambrosio; la Cooperativa Agropecuaria La Regional de Cruz del Eje; y la Cooperativa Agropecuaria Serrezuela Avanza.
El isologo, nuevo distintivo
“Apruébanse los logos con los que se comercializarán los productos amparados por la Indicación Geográfica (I.G.) MIEL DE MONTE NATIVO CORDOBÉS que figuran en el mencionado adjunto”, dice el texto del documento. En ese sentido, los consumidores podrán estar de seguros de que se trata de la miel cordobesa cuando vean el siguiente sello.
Según lo que explicaron los investigadores de la FCA-UNC en noviembre pasado, las Mieles de Monte Nativo Cordobés se distinguen “porque poseen marcadas notas florales, frutales y cálidas que se perciben en la nariz y el paladar; dulzor entre bajo a moderado”.
Y también enumeraron los tipos de producto: “En función del trabajo realizado se definieron como mieles características: monoflorales de algarrobo y mistol; y multiflorales de la sierra (+700msnm) y del llano (400-700msnm)”.
