En un contexto de temperaturas medias por encima de lo normal, es necesario considerar una serie de pautas de manejo específicas para el desarrollo de frutas y hortalizas en la huerta.
Si bien la temporada de verano supone ser la ideal para poder producir ciertos cultivos, el calor en exceso puede generar efectos negativos sobre las plantas debido a que dejan de crecer o se secan.
Al respecto, desde el INTA publicaron en su cuenta oficial de X (ex Twitter) una serie de recomendaciones técnicas para aplicar en épocas de marcas térmicas elevadas, tanto para evitar el calor como la salinidad.
Recomendaciones
En muchas localidades, el agua de pozo tiene un contenido de sales demasiado alto y su uso puede ocasionar deficiencias nutricionales o lesiones que se muestran como amarillamientos o necrosis de los bordes de las hojas.
Para evitar esta situación será necesario diseñar la huerta de manera que las plantas sufran lo menos posible, favorecer la aparición de polinizadores y enemigos naturales de las plagas con plantas insectarias y realizar tareas que prevengan la transmisión de inóculo de temporadas anteriores.
“Cuando las plantas están demasiado expuestas al calor se genera un ambiente con temperaturas altas para los cultivos. Este tipo de estrés, a menudo, tiene como consecuencia la aparición de ácaros que atacan a las plantas estresadas”, explicaron desde el INTA.
En estos casos, recomiendan evitar la cercanía a paredes donde, además, puede haber condiciones de suelo demasiado alcalino.
También, señalaron que sería importante intercalar plantas que sombreen sin generar competencia por la luz y cubrir la tierra con restos de hojas o pasto para que no se caliente demasiado y mantenga la humedad.
