FADA (Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina), presentó una vez más su icónico “Índice FADA” trimestral que mide cuánto de la renta agrícola, es decir, de los ingresos menos los costos, no queda en el bolsillo del productor y se lleva el Estado (Nacional, Provincial y Municipal).
En esta oportunidad, el informe también analiza cuál sería el impacto en la participación del Estado en la rentabilidad del sector que tendrían las nuevas medidas anunciadas por el Gobierno Nacional y específicamente la suba de las alícuotas de los derechos de exportación establecidas en la “Ley Ómnibus” que Milei envió al Congreso
Como dato para subrayar, y principalmente debido a una mejora en los rindes, el Índice de diciembre de la entidad registró un retroceso respecto a la medición anterior de septiembre.
Retenciones y nuevas medidas
El último informe de FADA hizo foco en los recientes anuncios económicos del Gobierno y el impacto que podrían tener en la renta agrícola de los productores. En este sentido, la entidad hizo un ejercicio para estimar ese impacto y pudieron establecer que el Índice FADA no tendría una suba sustancial, ya que pasaría del 59 % al 60,4 %.
Este leve movimiento porcentual se explicaría porque el grano que mayor impacto tendría sería la soja y queda sin modificaciones en cuanto a los DEX. Mientras que “en el caso de maíz y trigo subiría 3 puntos porcentuales y 13 el girasol”, explicó la Economista Natalia Ariño.
“Hay tres medidas que pueden tener efecto en el Índice FADA: devaluación, desdoblamiento cambiario y apertura de importaciones”, precisó David Miazzo, Economista Jefe de la entidad. A eso se suma el reciente envío al Congreso de la “Ley Ómnibus” que contiene subas en los derechos de exportación.
En este contexto, el informe señala que una suba del tipo de cambio oficial mejora el poder de compra de los granos respecto a costos en pesos como fletes y labores, que se abaratan si se los mide en dólares. “Sin embargo, en los próximos meses se irán encareciendo, lo que puede impactar en una suba del Índice en próximas mediciones”, advirtieron.
El reporte subraya que “el tipo de cambio oficial fue el principal cambio en el nuevo esquema económico, marcando un tipo de cambio real mayor y eliminando el profundo atraso cambiario que se generó en los últimos dos años”.
De esta manera, el desdoblamiento cambiario genera un tipo de cambio mayor para los insumos importados respecto al dólar exportador. Para los economistas de FADA, el dólar importador tenderá a “inflar” los precios de los insumos importados “ya que el importador deberá pagar un tipo de cambio de $ 947 por cada dólar importado, y en la práctica al productor se lo cotiza a un dólar oficial de $ 807”, explicaron.
No obstante, ponderaron que la apertura de las importaciones debería ir reduciendo algunos precios en dólares, “pero eso irá sucediendo gradualmente a lo largo de las próximas semanas a medida que se normalice el flujo de pago de esas importaciones”, señalaron.
Índice FADA
En esta oportunidad, el índice de diciembre muestra una caída de 17 puntos porcentuales respecto a la medición anterior de septiembre, “que se explica principalmente por el aumento en los rindes y no tanto en las medidas anunciadas por el gobierno”, aclaró por su parte la Economista Nicolle Pisani Claro.
De esta manera, teniendo en cuenta todos los impuestos nacionales, provinciales y municipales, analizando específicamente su incidencia en los cultivos de soja, trigo, maíz y girasol y haciendo un promedio ponderado, la ecuación da que, de cada $ 100 de renta agrícola, $ 59 quedan en las arcas del Estado.
Así, mientras que el promedio ponderado de cultivos a nivel nacional es del 59 %, la participación del Estado específicamente en soja es del 64,8 %, en maíz es del 49,6 %, en trigo es del 60,7 % y en girasol es del 45,8 %.
El Índice FADA también mide la participación provincial, y develó que mientras Córdoba se queda con un 59,1 % de la renta agrícola, en Buenos Aires la participación del Estado es del 57,4 %, en Santa Fe del 58 %, en La Pampa del 56,7 %, en Entre Ríos del 60,4 % y en San Luis del 56,2 %.
