domingo, 28 de abril de 2024
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“O se hace un plan integral, o veremos desfilar ministros”, afirman los consultores Zorraquin-Meneses

“En una economía que viene tan deteriorada, ya no queda margen para un gradualismo populista a partir del 10 de diciembre. Sin importar quien gane. Si te toca ser ministro de economía, el menú sobre el cual vas a tener que trabajar es bien largo y complejo”, señalan Teo Zorraquin y Alejandro Meneses en sus “Apuntes para Empresa” del mes de octubre, mirando hacia el próximo gobierno, más allá de quién resulte ganador.

El listado de temas al que hacen alusión es realmente extenso: déficit fiscal, inflación, atraso cambiario, brecha cambiaria, reservas negativas del Banco Central, la bola de Leliq, deuda con importadores, cepo al dólar, múltiples tipos de cambio, vencimientos de deuda (FMI, bonos, deuda interna), presión fiscal basada en impuestos distorsivos, pobreza e indigencia, restricciones para exportar e importar, burocracia estatal que complica a las empresas y generar un clima que atraiga inversiones.

“La lista podría seguir, pero basta como muestra de lo complejo e interrelacionadas que están todas las variables. O se hace un plan integral, sin parches, bien comunicado y generando confianza, o bien veremos desfilar varios ministros y la realidad se seguirá deteriorando. No hay plan B a la vista”, sostienen, dejando en claro que para comenzar a solucionar los problemas no debe haber zonas grises.

A continuación, los apuntes de los consultores.

COMBUSTIBLE

El precio, relevante para la estructura de costos de producción, quedó relegado ante la posibilidad de no tener suficiente para encarar la siembra de gruesa y la cosecha de trigo que se viene. Eso hace que se escuchen precios de 400$ a más de 600 $/litro. Pago contado y hay que llevarse la mercadería porque si no, no hay operaciones. Lo real es que una nueva amenaza, bien concreta y tangible, se proyecta sobre el agro.

EN QUÉ ANDAN LAS EMPRESAS

Las empresas están sumidas en un cortoplacismo extremo. Existen distintas preocupaciones dependiendo del tipo de empresa y región en la cual se encuentren. Diríamos que la primera es la falta de precipitaciones en distintas zonas del país, donde ya se comprometen los rendimientos de la cosecha fina y se siembra con lo justo de humedad la gruesa. Las lluvias de las últimas horas ayudan a despejar un poco el panorama. La siembra de gruesa se está desarrollando con escasez de gasoil, mientras el ministro de Economía y candidato presidencial indica que para el transporte público la provisión está garantizada, clara señal de donde estará puesto el foco. Por el momento los insumos no son limitantes, pero desde la semana previa a las PASO y hasta el momento de escribir este informe, ninguna empresa de insumos ha podido importar producto en ninguna de sus formas (principio activo o formulado). Todavía existe stock en la cadena, por la sequía del año pasado, por la sequía actual en algunas zonas, y por el stock que de alguna manera fueron haciendo los productores para refugiarse de la desvalorización del peso.

Financieramente las empresas trataron de “dolarizarse” de alguna manera lo más posible en distintas alternativas, antes de las elecciones. Nuevamente y hasta el 19 de noviembre se asegura un rendimiento de tasa en pesos atractiva ante un dólar oficial que no va a devaluarse antes del ballotage. Es decir que los excedentes en pesos buscarán esa alternativa para luego dolarizarse antes de la segunda vuelta, un esquema similar al que se realizó antes de las últimas elecciones. En cuanto a la venta de granos, el nuevo dólar exportación (similar al dólar soja 4 pero generalizado para todas las exportaciones), incentiva ventas pero también hay quienes esperarán al 19 de noviembre para tomar una decisión. Las decisiones y problemas en las empresas surgirán día a día . Lo que parece estar bien hoy puede no estarlo mañana y viceversa.

NEGOCIO AGRÍCOLA

El mercado internacional sigue los vaivenes del mercado, como la cosecha en EEUU, el climático sudamericano el conflicto entre Rusia y Ucrania y lo que está sucediendo en Israel. Pero el foco hay que ponerlo en el mercado interno donde las cotizaciones se divorcian del mercado internacional y siguen una “rara” lógica, producto de las medidas temporales del actual gobierno y el resultado de las elecciones. Una clara señal de lo mencionado fue el nuevo dólar exportación por treinta días y la pregunta del millón es ¿después qué? Lo concreto es que la incertidumbre en general “paraliza” las decisiones de venta y cobertura de la nueva campaña.

Si bien hay productos más fáciles de cubrir como son trigo, maíz y soja, existen otros como la cebada y el girasol donde las coberturas solo pueden hacerse a través de un forward, siendo más complicada la decisión de posicionamiento, más allá del precio. Pensemos que la cosecha fina se realizará entre el ballotage y la asunción del nuevo gobierno, sea quien sea, lo cual aumenta exponencialmente el nivel de incertidumbre. Ante este escenario, la recomendación es llevar los niveles de coberturas, un poco más allá de donde me sienta cómodo y por supuesto con posiciones flexibles (situación posible solo para trigo, maíz y soja). El mercado interno, en medio de este “berenjenal”, seguramente ofrezca oportunidades de cobertura interesantes, pero muy puntuales.

NEGOCIO GANADERO

Para arrancar, la sequía en algunos lugares no se cortó y en los que llovió todavía se sienten los efectos. En este marco, los precios de la hacienda gorda subieron este mes, coqueteando en el caso de los novillos con los 1000 $/kilo y las demás categorías (vacas, vaquillonas, novillitos) acompañando esta suba. Las razones del aumento son varias, entre las cuales se destacan una caída en la cantidad de hacienda faenada y el dólar 70/30 (incentivo exportador) hasta el 17 de noviembre. Por supuesto que previo a las elecciones llegaron al mercado de Cañuelas los mensajes de “precio máximo de 999 $/kilo o te suspendo la matrícula”. Y también se le avisó a los frigoríficos que se cerraban las exportaciones pero al rato les dijeron que no sería así. Se ve que el ex secretario Moreno hizo escuela en los funcionarios actuales. Todo desmentido, pero que las hay, las hay. Por suerte, el mercado no se sometió al apriete. Y por lo tanto los precios actuales, medidos en términos reales, son superiores a los que había hace un año, ayudando a recomponer parcialmente la rentabilidad del negocio. En el caso del ternero, el precio también estaba en la primera quincena de octubre en los 1000 $/kilo, pero en los últimos días ya hay operaciones que superan los 1200 $/kilo. Son pocos negocios porque hay poca oferta, pero la relación flaco/gordo vuelve a 1,20 en la foto.

La mencionada caída en la faena que se produjo en octubre respecto a septiembre, se dio en las categorías de vacas y novillos (casi un 30% menos de faena en ambas) pero no en novillitos y vaquillonas. O sea que se sigue vendiendo lo más liviano y además aumenta la liquidación de potenciales vientres. Malas noticias para el futuro. Y potenciado por un 2024 en el que habrá una caída de oferta de invernada (terneros) de entre un 5% y un 10% respecto al año pasado. La cría, que está pagando la sequía con malos índices reproductivos y menor peso de venta de terneros y vacas, tiene además la característica de ser un negocio en pesos y con ventas concentradas. Se empiezan a repensar esos modelos por no ser demasiado sustentables. Las vacas y vaquillonas preñadas recomponiendo valores, entre los $300.000 y $500.000 por cabeza. La exportación ha sostenido su ritmo en toneladas, pero ha caído el ingreso medido en dólares.

NEGOCIO LECHERO

Uno de los peores momentos de los últimos años para este negocio. Tormenta perfecta. El precio de la leche Siglea fue de 118,36 $/litro (1649 $/kilo de sólido), lo que representa un aumento del 6,5% respecto al mes anterior y un 113% respecto a un año atrás. No hace falta aclarar que pierde por paliza contra la inflación y el aumento de costos. En octubre se esperan unos 125 $/litro con suerte, lo cual no revierte la situación de quebranto actual del negocio. La suspensión de los derechos de exportación de la leche hasta fin de año fue apenas un analgésico para el escenario actual, además de parecer una broma de mal gusto una medida por tres meses para una actividad que planifica su negocio en años. Difícil que un funcionario lo entienda, y los que lo entienden hacen silencio.

Enumerando las malas noticias de los últimos tiempos se arranca por la sequía que produjo menos pasto, menor confección de reservas y aumento general de costo de alimentación. Pero además los suplementos acompañan sus precios con las distintas versiones de dólar agro y últimamente las facturas de alimento balanceado ya vienen en dólares directamente. Sumado a que cuando la empresa produce sobre campo alquilado el mismo se mide en kilos de soja por hectárea, que aumenta en forma proporcional a las devaluaciones selectivas de los granos. Cuesta recordar un escenario con tantas variables jugando en contra. No va a ser gratis. La producción seguramente va a caer, así como la cantidad de tambos en actividad. Y las deudas van a subir.

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