“Lo que estaba muy complicado ya no tiene forma de revertirse, las pérdidas son enormes”, sentenció el presidente de la Sociedad Rural de Jesús María, Pablo Martínez, consultado por Agroverdad sobre la situación de los campos del norte cordobés afectados por la sequía, tras las precipitaciones que se dieron la semana pasada.
Las lluvias al fin llegaron a las áreas productivas de la provincia de Córdoba en los últimos días, cumpliendo esta vez en gran parte con los pronósticos. Trajeron algo de alivio a la grave situación de la producción primaria de granos y hacienda. De todas maneras, los analistas, ingenieros y los propios productores, continúan viendo los pronósticos porque coinciden en que es un punto de partida que necesita sostenerse para revertir una parte de las estimaciones de pérdidas.
Eso fue lo que remarcó Martínez: “La semana pasada estuve precisamente recorriendo algunas zonas del norte provincial, como por ejemplo Cruz del Eje. Lo se generó con estas últimas lluvias es una recuperación de los campos ganaderos en las pasturas. Recordemos que nosotros como entidad pedimos la emergencia ganadera por esta cuestión de falta de forraje y pasturas. Ahora hay algo de pasto, pero lo problemático es que lo que estaba complicado no tiene forma de revertirse, las pérdidas son enormes. La repercusión de esto será retención de vientres, habrá menor preñez y menos terneros en la próxima campaña”, vaticinó el dirigente.
Soja y maíz
LA Bolsa de Cereales de Córdoba dio a conocer un informe en el que detalla la pérdida, entre las zonas norte y noroeste, de 68 mil hectáreas de soja y poco más de 80 mil hectáreas de maíz. Sobre estos números, Martínez expresó que le parecen “muy optimistas”.
“Es poco ese número. El daño ha sido duro. La semana pasada y en estos últimos días se han terminado de sembrar los últimos lotes, y por supuesto que mientras más tardía la siembra menos rinde habrá”, enfatizó.
“Arriba de los granos”
Entre la sequía y la incertidumbre de un año con tintes electorales, el presidente de la SRJM alertó sobre el estado de ánimo de los productores y la tendencia que seguramente se establecerá en función de tal contexto.
“Va a ser muy duro sobrellevar este año. El ánimo de los productores, al menos lo que uno puede vislumbrar en la zona de Jesús María, se resume en que hay tratar de pasar este 2023. Ojo con esto, porque es muy importante: todos los productores van a estar bastante quietos, y van a pensar mucho en hacer alguna inversión o movimiento. Se van a sentar arriba de los granos hasta esperar un horizonte que sea más concreto y que tenga mejores perspectivas”.
-¿Un compás de espera?, interrogó Agroverdad. «Seguramente. Por supuesto que hay productores que se van a quedar un poco más al borde o al límite y algunos otros que estarán en una mejor posición. Pero habrá un compás de espera».
