Significativa incidencia en el bolsillo de los productores por suba de costos en los tratamientos de control de malezas, plagas y enfermedades es una de las principales conclusiones que arroja la encuesta de la Red de Manejo de Plagas (REM) de Aapresid, sobre la campaña 2022.
Como ocurre en cada ciclo, la REM dio a conocer los resultados del cuestionario enviado a sus socios, que tiene como principal objetivo relevar problemáticas y estrategias de manejo en cada región.
Según informa la entidad, en esta oportunidad la encuesta tuvo un alcance de más de 1.650.000 hectáreas, con casi 400 respuestas recabadas desde todos los nodos de la institución (centro, litoral, sur, oeste y oeste medanoso), contando con la participación de 39 Regionales y 7 Chacras de Aapresid.
En la encuesta se abordaron temas como biotecnologías utilizadas en semilla e implementación del refugio correspondiente, manejo de malezas, de insectos plaga y de enfermedades, costos de los tratamientos y calidad de aplicación. Incluyendo el análisis a los 5 principales cultivos agrícolas del país: soja, maíz (temprano y tardío), girasol, trigo y cebada.
Costos arriba en malezas
En soja, la encuesta arroja que en lo que respecta a preemergentes, los costos rondaron los 20 a 40 USD/h, exactamente los mismos números que en postemergentes. En el trigo, los costos en preemergentes van de los 10 a 20 USD/ha, cifras que se también repiten para postemergentes.
En girasol y en maíz los tratamientos con herbicidas preemergentes oscilaron entre los 20 y los 40 dólares por hectárea, y entre 10 y 20 dólares para tratamientos con postemergentes.
Más de la mitad de los productores (cerca del 70% de los encuestados) que utilizaron insecticidas para maíz temprano, las erogaciones fueron de 10 USD/ha en su tope; en tanto, para el control de enfermedades, rondaron los 10 a 20 dólares.
Fungicidas
En maíz tardío se dio una suba en el costo de control con fungicidas: y eso se observa en un tope de 40 dólares por hectárea, aunque un gran porcentaje haya tenido como promedio los 20 dólares. Los números arrojan como dato extra que esta metodología sigue siendo poco utilizada, en función de que el 10% de las encuestas admitieron su uso.
Otro dato saliente es que en soja, el productor tuvo que pagar entre 5 y 20 dólares en insecticidas y de 10 a 20 en fungicidas; en trigo, la gran mayoría pagó un techo de 10 dólares la hectárea en insecticidas y de 20 a 40 en fungicidas.
En cada uno de los ítems, se dio un incremento variable con respecto a la campaña precedente, que puede compararse en el mismo trabajo de la REM, accediendo a los resultados del ciclo pasado.
Cambio de estrategias
En lo que se refiere a estrategias no químicas, el 27% desarrolló cultivos de servicios, mientras que el 24% lo hizo con el acortamiento entre hileras y el 16,4% modificó la fecha de siembra.
Para ver el informe completo de la REM, hacer clic AQUÍ.
