jueves, 02 de mayo de 2024
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Manejo finito y precisión “quirúrgica” en la fecha de siembra, la recomendación para el maíz 2022/23

Dejar de mirar tanto los pronósticos, concentrarse en afinar lo máximo posible el manejo, y fundamentalmente determinar de manera precisa la fecha óptima de siembra. Bajo estas tres líneas directrices, los productores del norte provincial deberán pensar la implantación de maíz en la próxima campaña. Esas fueron las principales recomendaciones que la Ingeniera Agrónoma María Lourdes Cornavaca, responsable de la Mesa Agrícola de los Grupos CREA de la Región Córdoba Norte, delineó ante la consulta de Agroverdad.

En el marco de la primera Jornada de Actualización Técnica (JAT) presencial luego de la pandemia, unos 300 productores se dieron cita en la Sociedad Rural de Jesús María para llevarse estos consejos en vistas a lo que viene. Y lo que viene es otro ciclo Niña (con posibilidades de algo de agua en los primeros meses de 2023) y un contexto nacional e internacional con múltiples variables de incertidumbre.

La profesional puso el foco en “uno de los aspectos clave que hablamos en la jornada: la fecha de siembra, que debe ser la óptima para cada zona. Eso impacta muy fuerte en el rendimiento, por lo que habrá que estar atentos, con toda la maquinaria a punto para cuando se tenga algo de agua disponible y poder meter la mayor cantidad de lotes. Determinar la fecha optima implica no irse muy lejos, no llegar a enero o más tarde, porque ya estaremos jugando en otra liga”.

Creció la fertilización

En cuanto a los resultados de la campaña pasada, Cornavaca resaltó un aspecto interesante que fue el notorio crecimiento de la fertilización. “Venimos creciendo en secano, ya que en la zona se fertilizaba poco. En estos dos últimos años, que fueron Niña y con un contexto de precios altos, llegamos a casi el 80% de lotes fertilizados con muy buen impacto”, informó.

También destacó el buen comportamiento de los híbridos probados: “Vemos que nos encontramos muy bien posicionados con los materiales que se vienen usando en la zona, tenemos ensayos que todos los años nos brindan información valiosa y eso constituye otra pata fuerte, a lo que podríamos sumar un buen ajuste en las densidades”.

Buenos resultados en 21/22

“Para lo que fue la campaña 21/22 estuvimos muy poco por debajo de los promedios. En secano, que es la mayoría de nuestra superficie, este año el promedio fue de 73 quintales en toda la región contra un promedio de 75 en ciclos precedentes, es decir tan sólo 2 quintales por hectárea en una campaña que fue bastante complicada”, detalló la profesional.

“Por otra parte, en lo que fue cultivo bajo riego, estuvimos en unos 100 quintales por hectárea, o sea a la par de los promedios históricos. Y en la segunda de riego también llegamos a los 100 quintales, un muy buen resultado para ser el segundo cultivo en la rotación, y allí sí superamos los promedios históricos”, agregó.

“En síntesis, si bien hubo una merma, no fue tan significativa teniendo en cuenta los ciclos Niña que se atravesaron, en los que las lluvias fueron bastante inferiores más allá de que fueron variadas de acuerdo a la zona. Por ejemplo, en la zona de Capilla de Sitón llovieron 300 milímetro en los meses de verano, de manera que con poca agua se pudo lograr un buen rendimiento de maíz”, indicó.

Kilos en alza, rentabilidad lograda

“En líneas generales el productor alcanzó a cubrir los márgenes de rentabilidad más allá de que también hubo situaciones variadas. Como lecciones que ha dejado esta campaña 21/22, creo que de a poco le vamos perdiendo el miedo a lo que son los años Niña.  No digo el respeto, pero sí el miedo”, analizó Cornavaca.

“Venimos de dos campañas con ciclos Niña, en las que tuvimos rendimientos históricos mayores al promedio. Específicamente, en esta que acaba de terminar con valores solo un poco por debajo, entonces creo que ese es el primer aprendizaje. El segundo, es que venimos muy bien respecto al crecimiento de la ganancia de kilos en el secano. Hay que tener en cuenta que a nivel nacional aumenta a 50 kg. por hectárea por año, y nosotros estamos en 100 kilos por hectárea por año. Esto tiene que ver con nuevos híbridos, con buen manejo y con fechas de siembra óptimas. Yo creo que el crecimiento del maíz continuará. Esta campaña no nos ha tirado abajo, esperábamos lo peor y la verdad que salimos bastante bien parados”, finalizó.

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