“Si no medimos, es como ir con los ojos tapados, no tiene mucho sentido. Muchas veces se invierte gran cantidad de dinero en el diagnóstico de fertilización, en la elección de la dosis, en comprar el fertilizante, y cuando la máquina se carga y sale, a partir de ahí no sabemos más nada. Por eso la importancia de la calidad de aplicación. Si nos capacitamos, si medimos, vamos a ser más eficientes y sustentables, además de obtener mejores rindes”.
Las palabras precedentes son de Santiago Tourn, el jefe de Robótica y AgTech del Grupo Nort, que integran las empresas Fertec, Agrix y Eco Managment. Y las dijo en ocasión de la presentación del Plan Estratégico 2022/2025 de Fertec, realizado en la ciudad de Marcos Juárez. ¿Cuál fue el disparador para llegar a esa recomendación? Un número que él mismo calculó: en tres o cuatro horas de trabajo, una fertilizadora tira al campo, en producto, lo que vale la propia máquina.
5 dólares por segundo
“Eso es así, ese dato va cambiando según va variando el precio del fertilizante, pero es así. Está dimensionado para una máquina que aplica con 30 metros de ancho de labor, a unos 20 kilómetros por hora. Para darse una idea, con 200 kilos de urea por hectárea, la máquina está aplicando 5 dólares por segundo, o sea que básicamente también es una máquina de arrojar dinero. Y a ese dinero lo podemos arrojar bien o lo podemos arrojar mal”, advirtió Tourn.
“Si a ese cálculo lo hacemos por hora, en tres o cuatro horas una máquina de arrastre pasa en producto lo mismo que su valor. En un día bueno de trabajo, pasa en fertilizante el valor de tres máquinas de arrastre. Es realmente impactante. Por eso desde Fertec hacemos mucho hincapié en la calidad de aplicación, en medir las máquinas, en la capacitación, en meter tecnología”, insistió.
Capacitación y medición, igual a evitar pérdidas
“Hoy tenemos desde Fertec unos 2 mil equipos dando vueltas, que están activos en los campos. Para tener un panorama más amplio, el 70 por ciento del fertilizante sólido nitrogenado de la Argentina se aplica con máquinas de disco o máquinas neumáticas. Son millones de toneladas de fertilizantes las que pasan por ellas, y muchas veces las estamos aplicando mal”, reconoció.
“A esas dos mil máquinas hay que controlarlas, hay que capacitar al operario, hay que saber por qué es importante la calidad del fertilizante, saber cuáles son las condiciones buenas para aplicar. Pero sobre todo, enseñar a todos -técnicos, operarios, dueños de las máquina y dueños de los campos- por qué es importante medir. Eso es lo que finalmente determina y da certeza de cómo estamos haciendo las cosas”, explicó.
¿Es la máquina o es el fertilizante?
Mitad chiste mitad en serio, cuando Tourn arrojó el dato entre los presentes, surgió el interrogante: ¿la máquina es barata o el fertilizante es caro?
“Independientemente del chiste, lo que queda en claro es que hay que aplicar bien el producto, así valga 200 dólares o valga 2000. Aplicar bien significa más rendimiento: 1.000 kilos más de maíz, 2.000 mil kilos más de trigo, más calidad, más seguridad alimentaria, menos huella de carbono, un montón de cosas se pueden alcanzar haciendo foco en la medición”, finalizó.
Urea 1000 USD/t
Una fertilizadora de 30 m de ancho de labor a 20 km/h y 200 kg/ha, aplica $350 por segundo de urea.
En 3 horas netas pasaron por la máquina los mismos dólares que su valor.
¿¿Todavía se pone en duda la importancia de la calidad de aplicación??— Santiago Tourn (@SantiagoTourn) October 14, 2021
