La soja sigue con su rally alcista por séptima rueda consecutiva y alcanza niveles máximos en siete meses al cotizar al filo de los u$s 570 en el mercado de Chicago. De todas formas, a pesar de las subas advierten por una toma de ganancias que podría hacer retroceder los precios.
El fundamento principal de las subas se encuentra en que persisten los pronósticos bajistas para la cosecha sudamericana como consecuencia del clima seco en el sur de Brasil.
Por su parte, los cereales cayeron. El trigo debido a mejoras climáticas en Estados Unidos y el maíz por una importante alza de stocks de etanol en el país norteamericano.
Sigue subiendo
Los precios de la soja se negociaron con importantes subas de entre u$s 6,15, u$s 5,60 y u$s 5,42 para las posiciones marzo, mayo y julio. Los precios quedaron a centavos de los u$s 570 por tonelada. En cambio, los derivados tuvieron un comportamiento dispar, con subas de u$s 4,41 (u$s 1455,63) para el aceite y bajas de u$s 1,43 (u$s 479,13) para la harina.
Las alzas se explicaron por la acción compradora de los fondos de inversión y “por condiciones meteorológicas adversas sobre Brasil, dado que el tiempo se mantiene seco sobre Rio Grande de Sul y muy húmedo en Mato Groso, con lluvias que restringen el avance de la cosecha y que ponen en riesgo la calidad del grano”, explicó Granar.
En la misma línea, persisten los recortes en las previsiones de cosecha de Sudamérica. “Se especula que esto podría llevar a muchos agricultores norteamericanos a ampliar su superficie sembrada con soja para atender la robusta demanda externa. Este martes, se anunciaron nuevamente más exportaciones del poroto estadounidense hacia China”, comentaron los analistas de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).
No obstante, y “pese a que por momentos la soja llegó a negociarse con subas superiores a los u$s 8, volvemos a advertir que la chance de una toma de ganancias de los inversores tras las fuertes y prolongadas subas está latente”, agregaron desde Granar.
Vale mencionar, que estos valores no llegan directamente al bolsillo de los productores argentinos que tienen que soportar, por ahora, un 33 % de retenciones en el caso de la soja y del 12 % en el caso del maíz, sumado a la carga tributaria existente y al desdoblamiento cambiario. Sin contar, además, con medidas intervencionistas que toma el gobierno nacional.
Cereales en baja
Tras las subas en la jornada anterior, el maíz se negoció con valores en baja en Chicago. Los retrocesos fueron superiores a los u$s 4 y las cotizaciones quedaron a valores de entre u$s 245 y u$s 243 según posiciones.
Según el análisis de Granar, las pérdidas encuentran su razón frente al “aumento de las existencias de etanol en Estados Unidos, dato que enciende una luz de alerta sobre el nivel de la demanda del biocombustible y sobre el futuro del ritmo de su elaboración si esa demanda no se reactiva”.
En igual sentido, la BCR explicó que “los stocks estadounidenses de etanol subieron un 25% en las últimas cinco semanas, en vistas de la menor demanda en enero pasado desde junio de 2020. Con el nivel de stocks más elevado desde abril del 2020, en plena primera ola de la pandemia, es esperable una caída de la demanda de maíz para procesamiento en las próximas semanas”.
Y los precios del trigo también se negociaron en baja tanto en Chicago (marzo u$s – 5,15 / mayo u$s – 4,78 como en Kansas (marzo u$s – 6,16 / mayo u$s – 5,88), al igual que en el mercado europeo, donde las primeras posiciones del cereal perdieron entre 2,75 y 3 euros por tonelada.
“Las muestras de distención de las tensiones en la zona del Mar Negro invitan a los fondos de inversión a retirar ganancias, con el consecuente efecto bajista”, indicó Granar. Y agregaron que, “buena parte de las subas recientes –sino todo– estuvieron relacionadas con la especulación con un eventual conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, y con un corte en el comercio de trigo en la región”.
Por otro lado, y desde el punto de vista climático, “sigue lloviendo en las Planicies y en el Medio Oeste estadounidense, lo que mejoraría el estado del trigo de invierno”, añadió la BCR en su informe.
