Con el concurso de 5 referentes técnicos en maíz y 700 participantes, KWS realizó “Celebreeding”, el evento con el cual celebró sus 15 años continuos de trabajo en el mejoramiento genético de sus maíces en la Argentina, iniciado a partir de los mejores germoplasmas del semillero de diferentes partes del mundo.
En ese período lanzó híbridos hace 15 años, luego hace 10, más recientemente hace 5 años y, hoy, se encuentran otros en etapa experimental, previa a su comercialización. En todo este tiempo y en cada uno de esos momentos, el aporte genético estuvo basado en tres características que la compañía de origen alemán privilegia: Potencial, Estabilidad y Sanidad.
Así resumió KWS sus “15 años brindando soluciones a los productores argentinos”.
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El “breeding”, una pasión
El Ing. Agr. Gonzalo Bravo, Gerente Comercial del semillero, dijo que “hoy celebramos el breeding, que es celebrar la agricultura, nuestra pasión. Es una actividad que llevamos adentro, y que compartimos en la empresa, que fue fundada en 1856 en Alemania».
«En nuestro país -reflexionó luego- enfrentamos un enorme desafío, el área de maíz creció mucho, abarcando zonas con distintas características medioambientales, la siembra directa cambió el sistema productivo, los rendimientos crecieron, y surgieron diversas tecnologías defensivas. Tenemos muy claro que las mejores soluciones a los desafíos son las de largo plazo, y en agricultura estas soluciones llegan de la mano del breeding”.
Luego, los 5 referentes técnicos invitados expusieron distintos enfoques sobre el trabajo y los productos de KWS.
Silaje
En lo que respecta a híbridos para silaje, el Ing. Agr. Dr. Luis Bertoia, de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora, comparó 2 híbridos, uno granífero típico lanzado al mercado en 2005 y otro silero experimental. Allí encontraron que la ventana de picado es mucho más amplia en el silero y que la velocidad de secado del silero es casi la mitad que la del granífero. Otro aspecto que mejoró a lo largo del tiempo es la calidad, que medida como digestibilidad, produjo 4.000 kg más de materia seca digestible de planta completa en el híbrido pre comercial.
20 toneladas
Por su parte, el Ing. Agr. Dr. Aníbal Cerrudo de la Uuniversidad Nacional de Mar del Plata, evaluó el potencial en híbridos graníferos. “Para conocer el potencial de rendimiento realizamos un experimento muy controlado en Balcarce con varios híbridos y obtuvimos un promedio de 20 toneladas de grano por hectárea. En el caso de los híbridos de KWS evaluados, se observó un aumento del rendimiento en los materiales experimentales (pre comerciales) con respecto al material lanzado en 2005, con una ganancia de 110 kg/ha/año para esa localidad”.
Estabilidad
El Ing. Agr. Dr. Gabriel Espósito, de la Universidad Nacional de Río Cuarto, mostró resultados en diferentes ambientes. “Para evaluar el progreso genético de KWS sembramos 5 híbridos distintos, KM 3601, KM 4200, KM 3916 y 2 experimentales, en 3 densidades (40, 70 y 100 mil plantas por ha). Allí encontramos que el material más antiguo fue el más inestable ante cambios en densidad y tuvo un menor rendimiento. Los 2 experimentales, por su parte, presentaron características bien contrastantes. Uno que se adapta a mayores densidades, sobre todo en ambientes de alta productividad, pero también en ambientes de baja productividad. El otro material pre comercial, tiene muy buen desempeño en bajas densidades, tanto en ambientes de alta como de baja productividad”, resumió Espósito.
Tolerancia a estrés
El Ing. Agr. Dr. Lucas Borrás, de la Universidad Nacional de Rosario, explicó las diferencias genotípicas existentes en cuanto a tolerancia a estrés. “Con KWS estamos realizamos un ensayo en el cual generamos sombreo en distintos momentos alrededor de floración durante 1 semana para evaluar la respuesta de los híbridos a las condiciones de estrés. El material más antiguo presentó menor rendimiento y éste se vio más reducido por sombreo que el del testigo. El KM 4500, por su parte, arrojó un rendimiento alto y se redujo menos que el anterior frente al estrés. En la evaluación encontramos que desde 2005 los testigos aumentaron a razón de 100 kg/ha el rendimiento”, resumió Borrás.
Sanidad
El Ing. Agr. Dr. Roberto De Rossi, de la Universidad Católica de Córdoba, disertó acerca de la sanidad en el avance genético. “En el ensayo en que sembramos 7 materiales de KWS encontramos que el grupo de genética más antigua tenía un techo de rendimiento, que fue superado por el grupo de genética más reciente. Asimismo, en estos últimos se observó una diferencia de entre 100 y 800 kg adicionales cuando se realizó una aplicación de fungicida. Esto evidencia un mejor comportamiento frente a la enfermedad, pero también una mejor respuesta a los tratamientos” detalló.
15 años de mejoramiento local
Distintos miembros de la familia KWS, protagonistas de los avances presentados por los referentes tuvieron su lugar en Celebreeding.
En representación de todo el equipo de mejoramiento el Ing. Agr. M. Sc Ph. Julio Cerono comentó cuáles fueron los principales desafíos de los Programas. “En el año 2005 se lanzó oficialmente el programa de mejoramiento genético de maíz en Argentina, que contó con el aporte de los mejores germoplasmas de KWS de diferentes partes del mundo. Hoy utilizamos nuevas técnicas para seleccionar resistencia a enfermedades, por ejemplo, usando marcadores moleculares y genes específicos, cuyos primeros resultados se van a conocer el próximo año”, comentó.
La semilla “es el Norte”
El Ing. Agr. Alberto Vignolo, Gerente de avance de Producto de KWS, aseguró “Nuestro trabajo es ver cómo la potencialidad de una semilla se puede manifestar en los distintos ambientes, eso se logra con manejo, y se transforma en producto. No alcanza solo con tener genética, sino conocer su performance en distintos ambientes y cómo puede contribuir a elevar el rendimiento y la estabilidad del productor. Para KWS, la genética, representada en la semilla, es el norte”, explicó.
Celebreeding 2020, un hito
El cierre de la jornada estuvo a cargo del Cdor. Alejandro García, Gerente General de KWS Argentina. “Hoy celebramos 15 años de trabajo ininterrumpido de mejoramiento genético, y casi 25 años de presencia en el país. Son 15 años de crecimiento y logros. Somos conscientes de que llegamos hasta acá gracias al trabajo conjunto de toda la familia KWS.
“Esta celebración es un hito, y un nuevo comienzo, una renovación de nuestro compromiso de trabajo en el país, y por eso ya estamos pensando en los próximos 15 años de mejoramiento. Creemos firmemente en el rol de KWS como socios de los productores, contribuyendo a generar alimentos para el mundo, de forma más sustentable y eficiente cada día. Eso lo vamos a lograr con el trabajo conjunto de todos los que formamos parte del agro argentino”, concluyó.
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