viernes, 26 de abril de 2024
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El primer maíz de Macroseed pasó la prueba de fuego de los rindes: 151,3 qq. en seco

Macroseed presentó hace poco más de un año en Sinsacate, Córdoba, su primer híbrido de maíz, el MS 7123 PW. En esta campaña, el material debió rendir su primera prueba de fuego: cómo se comportaba y cuánto rendía. En Chañar Ladeado, Departamento Marcos Juárez, Córdoba, arrojó un primer dato que colmó las expectativas que el el semillero de Louis Dreyfus había depositado en el cultivar: 151,3 quintales de promedio, en seco.

El productor que lo obtuvo fue Cristian Avalis, que encabeza una empresa familiar en la cual también cumplen roles importantes su madre María Candeleris y su hijo Nicolás Avalis.

Picando en punta
Cristian cuenta que el maíz de Macroseed evidenció ser de “excelente caña, sin vuelco o quiebre, muy buena sanidad y muy buen tamaño de espiga”, que luego que pasó la cosechadora le promedió esos 151,3 quintales en seco.

La parcela que sembró formaba parte de un ensayo comparativo en el que introdujo media docena de maíces de otras marcas. “Todas de punta, que respondieron también muy bien y tuvieron altos rindes”, apuntó.

Pero el 7123 se destacó, con unos 500 kilos más de producción por hectárea.

“Es un híbrido sin ninguna duda para tenerlo en cuenta y tanto es así que ya he reservado una cantidad de bolsas para la próxima campaña: siembro varios híbridos pero a este le voy a asignar una parte de la superficie y de nuestro planteo productivo”, comentó.

Bien fertilizado
Cristian hace agricultura en unas 650 hectáreas, que reparte entre maíz y soja, en una relación de dos tercios para el primero. La semilla del MS 7123 PW se lo proveyó Marcos Turletti, el representante comercial de LDC en la zona. (En la foto: Cristian Avalis, Marcos Turletti y Martín Guerrero de LDC)

Sembró el híbrido el 17 de octubre ocupando parte del lote de ensayos, que “venía necesitando una reposición de nutrientes, porque venía un poco bajo”.

Realizó análisis de suelo con el cual obtuvo una recomendación de fertilización de 220 kilos de Nitrógeno y 80 de Fósforo por hectárea para apuntar a un rinde de 150 quintales.

Evaluó que no debía quedarse corto y aplicó en total 257 y 120 kilos, respectivamente, por esa necesidad de mejorar las condiciones de fertilidad.

Hoja de ruta
La ficha de trabajos registra los siguientes datos:

-Previo a la siembra: 100 kilos de SSP al voleo y 90 de MAP.

-A la siembra: agregó 100 kilos de MAP y 150 de Urea incorporada. Implantó 95.000 semillas, logrando 89.000 plantas.

-Refertilización: en diciembre, previo a una lluvia, reforzó con 200 kilos de urea al voleo. Y unos días después con 200 litros de Sol Mix.

-Total de fertilización: 257 kilos de Nitrógeno, 120 de Fósforo y 25,8 de Zinc.

-Rinde en seco: 151,3 quintales.


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