A pesar de la seca, “hoy tenemos cosecha”, dicen al unísono los hermanos Ezequiel y Alejandro Aimar y el Ing. Agr. Pablo Hernández. Celebran porque el maíz que sembraron en las zonas sódico salinas de un campo de la zona de Impira, Córdoba, llegan en condiciones satisfactorias a la cosecha. ¿Porque les llovió bien y en momentos oportunos?.
No, ese no fue el factor decisivo sino un trabajo de cuatro años sobre esos suelos del predio que alquilaron los Aimar que, en ese entonces, no producían nada.
¿Por dónde empezó todo? En saber qué tiene el suelo, premisa que los Aimar practican en los campos propios y, para destacar, en campos alquilados. Para lo cual fue clave “el diagnóstico preciso, la fertilización y la siembra variables, un proceso de recuperación a largo plazo”.
Además “un manejo de la rotación variable y no de un solo cultivo, ya que estamos en un campo de distintas características: tenemos zonas de alto potencial productivo y otras de bajo potencial (como las partes bajas sódico salinas). Pero hemos logrado una estabilidad que, en un año como este con condiciones climáticas de sequía, nos arroja una cosecha que va a ser bastante aceptable”, apunta Hernández (Easyagro: Teléfono 0351 157 030 412 / www.easyagro.com.ar ).