Productores agrícolas de toda Italia comenzaron en la jornada de hoy una marcha hacia la capital, Roma, con cientos de tractores, para presentar al Gobierno de ese país europeo una serie de reclamos entre los que se incluyen críticas a los aumentos de precios de materias primas y el rechazo al acuerdo entre la Unión Europea y el Mercosur, entre otros temas.
La movilización, que partió desde varios puntos de zonas agrícolas de la península itálica, tiene como principales reivindicaciones las críticas a las políticas ambientales de la Unión Europea, el fuerte incremento de los insumos necesarios para la actividad y de los combustibles, pero también la baja del precio que se paga a los productores y el rechazo al acuerdo entre el bloque regional y el Mercosur, ya que lo ven como una amenaza para sus cuotas de mercado.
Andrea Papa, uno de los voceros de esta protesta, expresó a los medios que las distintas columnas de productores llegarán a Roma “con el objetivo de ir sumando a la mayor cantidad de tractores posibles”. Está previsto que los vehículos arriben a la capital italiana entre este martes y el miércoles, y desde la organización advierten que se quedarán en Roma hasta que sean escuchadas y respondidas las demandas.
Cabe agregar que los agricultores tienen también el apoyo de varias asociaciones sectoriales, en especial Coldiretti (Confederazione Nazionale Coltivatori Diretti), que reclama específicamente la revisión del acuerdo entre los dos bloques económicos y la incorporación de normas ambientales que actúen como barreras para-arancelarias para las eventuales importaciones desde el bloque del Mercosur, de acuerdo a lo informado por agencias de noticias como EFE y Télam.
Estas protestas significan la continuidad de marchas y medidas de diversa índole que también se desarrollaron (algunas siguen en curso) en Francia, Bélgica, Alemania, Países Bajos, Polonia y Rumania, entre otros.
Como en Francia
Las protestas de los sectores primarios europeos con la modalidad de “tractorazos” tuvieron su máxima expresión en París, cuando cientos de tractores bloquearon las principales arterias, y fardos de pasto apilados se recortaban en las imágenes con el fondo de la Torre Eiffel.
En el caso de Francia, los reclamos son similares, e incluyen regulaciones ambientales, presión impositiva, falta de rentabilidad, aumento de costos, importaciones y acuerdos de libre comercio. De la misma manera en el resto de los estados mencionados. Esto genera, en su efecto dominó, que peligre cada vez más el denominado Acuerdo UE-Mercosur.
Como respuesta, los gobiernos se comprometieron a paliar las diversas situaciones. En el caso francés, desde el Ejecutivo se anunció la eliminación de los gravámenes al diésel y se dispuso un paquete de medidas para reducir la burocracia estatal. También se ofreció ayuda adicional para los productores ganaderos afectados por la enfermedad hemorrágica epizoótica (EHE) en el sur del país.
Hay que tener en cuenta que la mayoría de las medidas y subsidios destinados a los sectores productivos, se definen en función de bloque de Unión Europea, por lo que las definiciones deben darse en un marco de consenso con el resto de los países.
