El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), se encuentra llevando adelante en Córdoba una línea de mejoramiento genético de lúpulo, que forma parte del Programa de Mejoramiento de Cultivos Industriales del organismo. En el Campus de la Universidad Católica, una parcela con riego muestra largas enredaderas elevadas con este cultivo, que es uno de los insumos básicos para una industria que mueve millones: la producción de cerveza.
“Tenemos una parcela de introducción de genotipos, distintos cultivares, que hemos recibido a través de acuerdos con productores; a la vez, estamos trayendo material de otros países. En esa parcela, logramos ver y evaluar cuáles son los cultivares más prometedores, aquellos que logran buenos tallos y brotes, un adecuado crecimiento, y luego pasamos a una segunda etapa que es esta parcela que estamos viendo aquí en la UCC, que es de evaluación”, explicó para Agroverdad el doctor en Ciencias Agropecuarias Exequiel Tommasino, del Centro de Investigaciones Agropecuarias (CIAP) del INTA, y a cargo de esta línea de mejoramiento.
Tommasino agregó: “En esta parcela, caracterizamos las respuestas a este ambiente más seco y cálido de Córdoba. Esto lo hacemos para poder identificar los más adaptados, y utilizarlos luego como materiales parentales a los fines de obtener, con cruzamientos, progenies con las cualidades que queremos lograr”.
Gusto, aroma y sabor cervecero
“El de lúpulo es un ensayo que nos da mucha curiosidad, porque en Córdoba no lo habíamos visto. INTA comenzó a trabajar en esto para ver cómo se adapta a estas zonas del centro del país, y con esta parcela en la UCC se amplían los trabajos”, dijo por su parte la ingeniera agrónoma Evangelina Matoff, responsable del Proyecto Local Fortalecimiento de las Innovaciones Tecnológicas y Organizaciones del Sector Frutihortícola de Córdoba.
En cuanto a los usos del lúpulo, Tommasino indicó que “es un cultivo poco conocido en Argentina, pero muy utilizado porque forma parte de una mega industria que es la cervecera, de la que es un insumo fundamental. Es lo que le da amargor a las cervezas y a la vez distintos aromas, además de colaborar en una mezcla de sabores”.
El profesional detalló que en Argentina se produce en la zona patagónica, sobre todo en la comarca andina y en el Alto Valle de Río Negro. “Pero hay un alto potencial para expandir las zonas de producción; se están haciendo muchas experiencias con resultados alentadores en distintas partes del país por ejemplo en Santa Fe, en Salta, en el Valle de Uco de Mendoza y ahora aquí en Córdoba”, agregó.
Un mercado de millones
“El crecimiento en la demanda de lúpulo ha ido creciendo con el surgimiento de las micro-cervecerías y las cervecerías artesanales. La industria cervecera a nivel mundial mueve 552 mil millones de dólares, en cifras del año 2021, cosa que más o menos se mantiene En el país, la producción patagónica alcanza para abastecer entre un 25% y un 30% de la demanda de lúpulo nacional, lo demás se importa, de allí el gran potencial de crecimiento”, subrayó Tommasino.
“Esta parcela tiene riego con goteo, ya que es un cultivo que demanda mucha humedad y nutrientes; son enredaderas que crecen hasta 6 los metros de altura, y generan mucha biomasa. Con las técnicas de cultivo in-vitro que estamos utilizando, calculamos que en los próximos tres años podríamos llegar a tener cultivares nuevos; hay que tener en cuenta que, a campo, con el mejoramiento tradicional de selección y cruzamiento, lo que se tarda son 10 años”, cerró el profesional.
