En un análisis de poder germinativo en soja, realizado con la participación de 177 productores, el biofungicida Rizoderma obtuvo los mejores resultados tomando 117 casos: en 55 de ellos resultó primero, por sobre 47 de productos químicos. En los otros 15 casos, los indicadores dieron un empate.
Rizoderma es una tecnología biológica efectiva para proteger cultivos desde el inicio, ya que incrementa el espectro de control de patógenos, y brinda al mismo tiempo vigor y efecto promotor del crecimiento.
Se trata del único terápico de semillas del mercado libre de microplásticos y está elaborado en base a la cepa Trichoderma harzianum (Th2), un hongo que se desarrolla, infecta el cultivo y lo protege de enfermedades desde la implantación a la cosecha.
Esta cepa fue seleccionada por el Instituto Nacional de Tecnología Agrícola (INTA) por ser la más efectiva para controlar el desarrollo de las enfermedades en cultivos de importancia productiva.
Comprobada eficacia
La fórmula de Rizoderma ha comprobado su eficacia para controlar múltiples enfermedades de semilla y de suelo como Sclerotinia sclerotiorum (mofo branco), macrophomina, fusarium, rhizoctonia, Drechsleras, Bipolaris, Cercospora y Phomopsis, que afectan la germinación y desarrollo inicial en los cultivos de trigo, soja y arroz.
Su formulación 100 % líquida agiliza el tratamiento y, además, permite que las células fúngicas sean más estables y con mayor poder fungicida, lo cual significa mayor protección en el campo.
Al ser un fungicida biológico, este terápico combina múltiples mecanismos de acción que impiden y frenan naturalmente las posibilidades de desarrollo de los patógenos. Los bioprotectores crecen, invaden y activan los mecanismos de defensa fisiológicos y bioquímicos en la planta y, así, le confieren mayor tiempo de protección durante todas las fases de crecimiento del cultivo.
