lunes, 13 de mayo de 2024
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Pautas y claves para una correcta regulación de sembradoras de grano fino

La regulación de la sembradora es una práctica fundamental que tiene una incidencia muy baja en los costos operativos, pero un impacto muy grande en la calidad de la producción.

Por eso, para la campaña fina que comienza, recomiendan tener en cuenta dos aspectos clave a la hora de la regulación de las sembradoras: ajustar la densidad de la siembra y el control de la carga sobre los cuerpos de siembra.

Estas son algunas de las pautas y recomendaciones que brindaron desde el INTA Hilario Ascasubi –Buenos Aires– para una regulación correcta del equipo. Porque, así como es necesario llegar al momento de la siembra con el lote en condiciones y contar con insumos de calidad, también es fundamental tener el equipo alistado y regulado de acuerdo con las condiciones de la labor.

Ajuste del sistema de dosificación

Un primer aspecto a la hora de la correcta regulación de la sembradora tiene que ver con el sistema de dosificación de semillas de grano fino, para lo cual es importante controlar dentro de la tolva la ubicación de las tapas de los dosificadores de semilla.

Estos son generalmente del tipo roldana y cuentan con una boca chica y una boca grande de acuerdo al tamaño de semilla. Para sembradoras AirDrill el control equivalente es el de la apertura de cada línea de dosificación, generalmente guillotinas.

“El ajuste de dosis de semilla y fertilizante debe realizarse con la caja de cambios, es importante tener en cuenta que a medida que se varia la densidad de siembra también se puede afectar la uniformidad de distribución”, señaló Juan Pablo D`Amico, especialista en maquinaria del INTA Hilario Ascasubi (Buenos Aires).

“Esto sucede porque dosificadores de chorrillo son básicamente una turbina que desplazan un volumen de material a medida que gira su rotor. La tasa de descarga es linealmente proporcional al régimen de giro”, agregó el técnico.

A medida que este se reduce, la tasa de descarga se reduce y el flujo tiende a ser discontinuo. Consecuentemente tiende a aumentar la desuniformidad de distribución. El régimen del dosificador será menor a bajas velocidades de avance y bajas densidades en la línea de siembra.

En este sentido, D`Amico puntualizó que, “estos defectos de distribución no pueden ser detectados con la ‘prueba de las bolsitas’ cuando se controla la dosis y la uniformidad transversal del equipo. Pero sí se observan claramente en los controles de siembra a campo, dónde se distinguen agrupamientos de plántulas seguidos de espacios vacíos”.

De esta manera, para minimizar estos efectos en siembra de trigo u otros cereales de invierno, es recomendable usar de la boca chica del dosificador tipo roldana y ajustar la dosis para esa condición.

Algunos dosificadores tipo “alfareros” son de cámara variable, lo que permite modificar la dosis mediante el desplazamiento del rodillo respecto la boca. Con estos dispositivos se logra entregar dosis bajas manteniendo regímenes de giro altos y distribuciones más uniformes.

Control de carga de los cuerpos de siembra

El otro aspecto a tener en cuenta es el control de la carga, que se refiere al ajuste de la fuerza con la que el cuerpo de siembra va a trabajar sobre el suelo. En este caso, es importante regularla en función de la condición del suelo mediante el ajuste de la tensión de los resortes.

También hay que tener en cuenta que las unidades de siembra que trabajen sobre las huellas del tractor o la máquina, pueden requerir mayor carga que las restantes.

“Dentro de lo posible evitar usar topes en los cilindros hidráulicos para reducir la carga, ya que lo que se hace en realidad es limitar el descenso de la sembradora. La carga sobre los cuerpos será menor porque el paralelogramo trabaja más inclinado hacia abajo, pero también es menor la capacidad de copiar el microrelieve”, explicó D`Amico.

Ante una depresión del suelo, el cuerpo puede quedar “colgado” de la barra que está más alta gracias a estos separadores. Lo mismo sucede con las cuchillas delanteras que van a trabajar a una menor profundidad.

Otro aspecto muy negativo del uso generalizado de estos topes es que impiden la fácil colocación de las trabas de seguridad, comúnmente trabas de transporte, que se deben usar cada vez que se realicen trabajos de ajustes o reparaciones con la maquina levantada”, agregó D`Amico.

El técnico concluyó señalando que “la capacidad de operación y alistamiento del equipo –el cómo– y el entendimiento que se tenga de todo el proceso –el por y para qué– son claves para el éxito de la labor de siembra en particular y de cualquier otra labor agrícola mecanizada”.

*Fuente: INTA Informa

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