viernes, 03 de mayo de 2024
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“Chango”, el microtractor para sembrar, regar o fertilizar desarrollado por el INTA, ya se prueba a campo

Tras casi tres años de ensayos y trabajos con prototipos intermedios para su validación, un equipo de expertos del INTA logró terminar esta novedosa herramienta que ya se prueba a campo, en lotes de frutales y frutillas del INTA Famaillá, en Tucumán.

Se trata de “Chango”, un microtractor que se puede utilizar para sembrar, regar o fertilizar y que fue creado para cubrir en general todas las actividades de laboreo que se realizan en la chacra de los agricultores familiares. Este dispositivo, versátil y de bajo costo, busca mejorar las prácticas productivas, realizarlas en menor tiempo y con mayor precisión.

El equipo de técnicos que desarrolló este implemento, está integrado por investigadores del Instituto de Investigación y Desarrollo para la Pequeña Agricultura Familiar (IPAF) Región Pampeana, del INTA EEA Hilario Ascasubi y del Instituto de Ingeniería Rural.

“Chango”

El microtractor “Chango”, que se puede utilizar para siembra, riego y fertilización ya comenzó a rodar con las primeras pruebas a campo que se están llevando a cabo en Tucumán. Concretamente, este mono tractor, porque tiene una sola rueda, permite motorizar el uso de diferentes implementos agrícolas para las distintas tareas de los productores rurales y periurbanos.

En este sentido, fue diseñado para mecanizar labores estacionarias, como accionar moledoras o bombas, y labores dinámicas, como manipulación, transporte y almacenamiento; aporte de fertilizante y agua; preparación y conservación del suelo; siembra, plantación y recolección de hortalizas y otros cultivos, entre otras tareas.

Específicamente, está pensado para productores con pequeñas superficies en zonas con pendientes -montañas o pedemontes- o con algún accidente geográfico. También, es posible usarlo en fincas, invernaderos y viveros, ya que es fácil de maniobrar. Además, es sencillo de manejar tanto para hombres como mujeres.

En definitiva, el microtractor Chango es una unidad motriz versátil, de bajo costo de adquisición y operativo: hasta 4.5 litros de nafta por hectárea (según datos de la empresa proveedora del motor). Tiene dos velocidades de avance y toma de fuerza de accionamiento independiente, una más lenta para labores más pesadas y otra con avance más rápida para tareas más livianas.

También, de acuerdo a su diseño, el chasis facilita la ubicación de una barra portaherramientas delantera y una trasera, ambas regulables en altura. Además, sus desarrolladores destacan la particularidad constructiva del equipo que radica en la gran simplicidad de fabricación ya que todos sus paquetes funcionales son de origen nacional.

Pruebas a campo

En principio, “Chango” será probado en diferentes tareas livianas en los lotes con frutales y frutilla y en el invernadero dentro del predio de la Experimental del INTA Famaillá. También se estuvo probando en algunos campos de productores.

En este sentido, “como Experimental pudimos entrar en la Red del Proyecto Chango. Esta herramienta fue expuesta en la Expo Hortícola recientemente. Acompañaremos el proceso de validación de esta tecnología con un prototipo dentro de los trabajos que se hacen en el ámbito de la producción hortícola”, dijo la coordinadora de Extensión de la Estación Experimental Agropecuaria (EEA) Famaillá, Marcela Rudelli.

Por su parte, el investigador e integrante del grupo de Frutihorticultura de la EEA Famaillá, Jorge Mariotti destacó que “este proyecto fue trabajado por un equipo de investigadores del Instituto para la Pequeña Agricultura Familiar (IPAF) de la Región Pampeana, la EEA Hilario Ascasubi (Buenos Aires) y del Instituto de Ingeniería Rural, a fin de crear una herramienta de asistencia mecánica para productores de pequeñas explotaciones para optimizar el sistema productivo y humanizar el trabajo”.

“La iniciativa busca asegurar la calidad de los equipos operados por las familias productoras y, a su vez, contribuir al desarrollo y producción de la tecnología a nivel nacional”, explicó Juan Pablo D’Amico, investigador del INTA Hilario Ascasubi –Buenos Aires–.

Con esta primera instancia de ensayos de usabilidad (maniobrabilidad y mandos) y pruebas a campo que se están llevando a cabo en Tucumán esperan poder sugerir herramientas nuevas que se adapten a algún tipo de cultivo de importancia regional para su implementación extendida. Luego de la puesta a punto, solo quedaría pendiente la etapa de fabricación comercial.

 

4 comentarios

  1. Me encantó,es una herramienta fundamental para el desarrollo de la agricultura en pequeñas superficies. Me encantaría saber el precio. Soy de Perito Moreno-Santa Cruz .

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