La actividad inmobiliaria rural frenó el crecimiento que venía evidenciado durante los meses de agosto y septiembre, y sufrió un retroceso significativo durante el pasado mes de octubre.
En este sentido, el último índice difundido por la Cámara Argentina de Inmobiliarias Rurales (CAIR) se ubicó en los 35,88 puntos y reflejó una importante caída del 23% intermensual.
El InCAIR se conforma, principalmente, en base a la cantidad de campos publicados en el mercado, tanto para la compra-venta, como así también en el rubro alquileres; y a las operaciones concretadas durante el período analizado.
Factores
La coyuntura política y económica interna, sumado a las condiciones climáticas que imperan en las zonas productivas afectadas por un tercer fenómeno La Niña consecutivo, son señaladas como las causas que explicarían la caída en el sector.
“La incertidumbre política y económica del país, sigue siendo el factor principal que afecta a la actividad inmobiliaria rural”, sentenció la entidad. A lo que se suma “la ausencia, casi total, de capitales extranjeros, que continúa sumando un condimento extra en contra de la actividad”.
De esta manera, “pese a que las condiciones externas se mantuvieron favorables para la actividad, la sequía en gran parte del país, afectó el ánimo de algunos inversores y productores”, explicaron desde CAIR.
El “Índice de actividad del mercado inmobiliario rural” (InCAIR) es un índice mensual que refleja la “actividad” del mercado, tomandose como base de referencia máxima 100 puntos, correspondientes al pico de máxima actividad histórica, pero que no refleja precios/valores, sino solo actividad del mercado.