El trigo sembrado en la provincia de Córdoba empeoró su estado general respecto a julio, disminuyendo la proporción de lotes en condiciones buenas, muy buenas o excelentes, y aumentando las regulares y malas, informó un Reporte de la Bolsa de Cereales de Córdoba.
En cambio, el 65 % del garbanzo presenta un estado general de bueno a excelente, conforme a la misma evaluación. El 35 % restante se encontraba entre regular a malo.
En trigo, en los campos cordobeses se terminaron sembrando 885.000 hectáreas, un 28% que el año pasado y 16 % por debajo del promedio histórico.
En garbanzo, se implantaron 12.000 hectáreas, con un descenso del 21 % en comparación a 2021 y 69 % por abajo del promedio histórico.
Trigo
En agosto, el cereal enfrentó un estrés hídrico generalizado sumado a estrés térmico por heladas que generó daños considerables en distintos puntos de la provincia.
Además, alrededor del 40 % de los colaboradores del Departamento de Información Agronómica indicaron la presencia de arañuela del trigo (Penthaleus major) y pulgón verde de los cereales (Schizaphis graminum), ambos con incidencia entre baja y media.
En cuanto a enfermedades, se reportaron roya anaranjada o de la hoja (Puccinia triticina) y mancha amarilla (Drechslera tritici-repentis), también en baja incidencia.
El cultivo ha entrado en una etapa que comienza a ser clave ya que se establece el número de granos por unidad de superficie, siendo esta variable el principal componente del rendimiento.
Garbanzo
Finalizando agosto, el 65 % del garbanzo presentaba un estado general de bueno a excelente, mientras que el 35 % restante entre regular y malo. Al igual que el trigo, la leguminosa empeoró sus condiciones ya que también se encuentra sufriendo la falta de agua y un estrés térmico leve por heladas. Se agrega una presencia del complejo de hongos del suelo (Fusarium y Rhizoctonia) en baja incidencia.
El cultivo se encontraba en su mayoría en la etapa de inicio de floración, comenzando así el período crítico para la definición del rendimiento. Esto indica que, de continuar el estrés, los rindes podrían verse afectados.
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