viernes, 26 de abril de 2024
Buscar

<<Volver al Inicio

Tengo granos en stock … los vendo?: el análisis de Teo Zorraquin y Alejandro Meneses

En sus Apuntes para Empresas del Agro del mes de septiembre, los consultores Teo Zorraquin y Alejandro Meneses se lantean: “Tengo granos en stock, ¿los vendo?. Y aportan sus análisis y sugerencias al respecto, al igual que sobre otros temas de candente actualidad, en el campo y el país.

Su reflexión al respecto: La respuesta en cada caso tendrá que ver con la necesidad de caja hasta la cosecha o próximo ingreso y si se tiene destino para dichos pesos, en un mercado donde sobran pesos. Si no hay necesidades financieras, planteamos la misma recomendación que para la posición cosecha, no contradecir la tendencia con coberturas. Si hay necesidad financiera y/o existe destino para dichos pesos, vender en función a la necesidad o destino.

A continuación, el informe

Los planes no sirven para nada, pero el planeamiento es todo (Dwight Eisenhower). Buen consejo para las empresas, pero sobre todo para el gobierno.

Coqueteando con la anarquía: en los países, cuando se pierde la autoridad (la moral y la efectiva), cada uno considera tener el derecho a actuar según sus propios valores e intereses, según su propio sentido común de auto defensa. En estos últimos 30 días sobran ejemplos: reclamo policial en las puertas de la quinta presidencial, lucha de vecinos para evitar tener a Baez en su barrio, piquetes de camiones y productores agropecuarios en los límites provinciales para que se abran las fronteras productivas, toma de tierras mezclando pobreza y negocios y defensa individual de esa tierra por parte de sus dueños. Y siguen los ejemplos todos los días, mostrando señales de falta de autoridad y de confianza, poca expectativa respecto al accionar del gobierno, de la policía y de la justicia. Sensación de “sálvese quien pueda”…y encima muchas veces eso funciona, lo que alimenta aún más esta modalidad (la policía logró aumento, los gobernadores empezaron a flexibilizar fronteras, muchas tierras tomadas siguen usurpadas, Baez no logró entrar y varios etcétera más). Peligroso coqueteo con la anarquía como forma de convivencia.

El dólar, síntoma o enfermedad: una vez más, el dólar capturó nuestra atención. Al pobre Washington lo vemos como si el billete verde fuera el responsable de algo, cuando en realidad es el sensor del Vigía (los del campo saben de esto) que avisa que algo está andando mal. Y trata de avisarnos. De avisarnos que la macroeconomía no tolera que el Estado gaste más de lo que recauda, que las empresas no toleran tanta presión fiscal, que el futuro no tolera repeler las inversiones y la creación de riqueza, que las personas no toleran la cuarentena sin inteligencia, que el agro no tolera las retenciones a las exportaciones, que las expectativas no toleran los dichos contra el libre mercado y las contradicciones de los que gobiernan, que la realidad no tolera el populismo sin plata. Populismo que pretende “jugar” a que se crea riqueza si hay más empleos estatales y menos privados, a que sacarle a uno (CABA) para darle a otro (Buenos Aires) sin avisar, es un símbolo de justicia. Y que asume que poner impuestos con títulos rimbombantes a las (pseudo) grandes fortunas “por única vez” será una solución en el largo plazo. En definitiva, el dólar emerge como un faro en la noche avisando que estamos por chocar contra las rocas…o que ya chocamos.

El nuevo cepo: las últimas medidas sobre el dólar pretenden defender las reservas del Banco Central. Todos saben que limitar la demanda de un producto (en este caso el dólar) sin estimular la oferta en el largo plazo, no genera soluciones y agrava los problemas. Esta vez se encareció un 35% el “dólar turista” y se considera que cualquier gasto dolarizado por servicios es “turista”. También se prohíbe o restringe el acceso a otras operaciones legales para mover dólares (Contado con liqui y dólar Bolsa o MEP). Y, lo más grave, se obliga a empresas privadas con deudas en el extranjero a renegociar el 60% de esos pagos al menos por dos años si pretenden conseguir dólar al tipo de cambio oficial. O sea que se empuja a un potencial default o a pagar con un tipo de cambio mucho más alto al sector privado, el que debería estar ocupando su energía en ver cómo invertir o generar riqueza y empleo.

La macro: analizar indicadores de la economía tales como inflación, reservas del BCRA, déficit fiscal o expectativas de caída del PBI parece poco relevante en el escenario actual. No porque no sean importantes (de hecho todos estos indicadores muestran malos resultados) sino porque la incertidumbre sobre lo que va a ocurrir en política económica es de lo que más se habla entre los que están dirigiendo las empresas. El acuerdo de la deuda con bonistas alivia mucho los pagos en los próximos años, pero no modifica expectativas. El presupuesto para el 2021 que el Poder Ejecutivo envía al Congreso asume que habrá un déficit primario del 4,5% del PBI, que no se bajará el gasto (salvo el gasto por intereses de la deuda), que el 60% de ese gasto será cubierto con emisión monetaria, que el dólar promedio será de $102, que la inflación estará en el 29% y que el crecimiento será del 5,5% del PBI (en 2020 estima una caída del 12,1%). En función de las últimas medidas, queda la fuerte duda si esta “ley de leyes” nació vieja y poco realista.

En qué andan las empresas en general: como ya hemos mencionado en Apuntes anteriores, a veces los gobiernos toman medidas pensando que las personas y las empresas aceptarán mansamente cualquier irracionalidad. Sin embargo, “el otro también juega”. O sea que toda la energía, la inteligencia y el talento estarán puestos en adaptarse rápidamente a estos cambios de escenario y en reaccionar de la mejor forma posible para minimizar daños y aprovechar oportunidades. Tanto desde la acción ciudadana como desde el accionar empresario o personal. La convicción en general es que la macro se seguirá deteriorando en los tiempos que vienen, que surgirán nuevas restricciones, que hay alta posibilidad de mayor presión fiscal, que no subirá el empleo, que será difícil pensar en inversiones con créditos razonables a largo plazo y que el agro seguirá siendo para los políticos una actividad tentadora para resolver problemas de caja y de divisas. Con ese escenario, y en ese clima, se mueven hoy las empresas.

En qué andan las empresas en lo productivo: respecto a lo productivo, la siembra de trigo fue algo inferior a la prevista y los sembrados la pasaron mal por falta de agua en la zona central y norte del país. Algunas lluvias oportunas mejoraron en estos días el panorama. La siembra de gruesa (maíz, soja, girasol, etc.) estimulada por la mejora en los precios de los granos y preocupada por los pronósticos de año Niña (seco) para el cierre del año y el verano. Muchos insumos ya comprados y acelerando compras ante la expectativa de que el desorden cambiario afecte la disponibilidad de algunos productos. La ganadería de cría en plena parición y con rodeos en general en buen estado salvo en zonas afectadas por la sequía, y los engordes intensivos “sufriendo” el aumento del precio del maíz y muy dependientes de cómo fue su precio de compra del ternero. Y, al igual que los productores lecheros, viendo cómo proteger del deterioro los ingresos en pesos que reciben al vender. Mucha revisión de planes, mucho tiempo dedicado a entender las medidas del gobierno, algo de tiempo dedicado a comunicar a socios y empleados un mensaje realista pero positivo. Porque el agro tiene altas posibilidades de ser rentable tranqueras adentro y eso es una señal alentadora que permite dar la pelea ante el entorno agresivo y cambiante que viene de tranqueras afuera. Y todo se da en un marco en que hay muchos casos con personas de la empresa en cuarentena o afectadas por el Covid y con restricciones de movilidad entre provincias. No es magia, son muchas horas de trabajo y poco sueño.

Qué está pasando en el Congreso:  en medio de una fuerte pelea política por el vencimiento del protocolo virtual y con serias restricciones para la oposición, el Congreso ha estado activo ya sea en comisiones, en recinto, en Zoom o en los pasillos. Y con muchos temas que según como se resuelvan pueden afectar directamente al agro. Hay temas para todos los gustos:1)  reforma judicial y remoción de jueces vistos como poco amigables con la corrupción que deben juzgar,  2) Impuesto a la riqueza, que puede afectar seriamente a propietarios de campo tal como alertó Héctor Tristan en esta nota https://www.lanacion.com.ar/economia/campo/alertan-impuesto-grandes-fortunas-sera-superimpuesto-campo-nid2440698
3) etiquetado frontal de alimentos 4) modificaciones al régimen federal de pesca 5) modificaciones a la ley de economía del conocimiento 6) análisis de restricciones a las aplicaciones aéreas 7) discusión en comisiones sobre proyectos de “agroecología” 8) varios proyectos de ley de Humedales en análisis (hay 12 propuestas) y que requieren un análisis basado en la ciencia, tal como señala en esta nota que Matías Longoni le hizo a Guillermo Devereux de la Fundación Barbechando
https://www.linkedin.com/posts/gfdevereux_guillermo-devereaux-comit%C3%A9-ejecutivo-fundaci%C3%B3n-activity-6712447490584547328-uOME

Qué pasó con el precio de los granos… (Cotizaciones MATBA/Rofex, posiciones cosecha en US$/Tn.)
Variación Mensual Posición Cosecha

Y … los precios “vuelan” producto de una combinación de tres factores: devaluación del dólar, compras de China sobre mercado de EEUU y problemas climáticos en algunas zonas productivas. ¿Qué hacer? Recomendamos no “contradecir” la tendencia, pero siempre con coberturas. Esto es, si no se toman precios, comprar puts, si se toma precio de alguna manera (forward o futuro), comprar call.

Tengo granos en stock…los vendo? La respuesta en cada caso tendrá que ver con la necesidad de caja hasta la cosecha o próximo ingreso y si se tiene destino para dichos pesos, en un mercado donde sobran pesos. Si no hay necesidades financieras, planteamos la misma recomendación que para la posición cosecha, no contradecir la tendencia con coberturas. Si hay necesidad financiera y/o existe destino para dichos pesos, vender en función a la necesidad o destino.

PACTA, un emprendimiento que crece: hace 18 meses comenzamos a trabajar con Guillermo Zorraquin y Mariano Pizzio en el desarrollo de PACTA, una comunidad de compras conjuntas online que hoy ya es una realidad. Felicitamos a estos emprendedores y a todos los que se animan.
https://www.valorcarne.com.ar/ultimos-dias-para-participar-de-compra-colectiva-de-vacuna-reproductiva/

Negocio ganadero: si se tuviera que resumir…consumo interno estable, mercado externo volátil, cría mejor que invernada, faena creciendo algo y negocios que se hacen aunque no cierre el Excel. El consumo interno se ubica según el mes entre los 51 y los 53 kilos/habitante/año, con un precio al mostrador que ha subido cerca de un 20% entre febrero y septiembre y donde todo se consume a pesar de la crisis. El mercado europeo en sube y baja con un precio de cuota Hilton que estaba estancado, que luego trepó a los 13000 u$s/ton y en poco tiempo bajó a 9000 u$s/ton. Con un mercado chino que aspira toda la carne disponible pero con fuerte puja de precios. Seguramente el año termine con unas 900.000 toneladas exportadas, un valor alto y que representará entre el 25% y el 30% del total producido. En la faena, según Ciccra, ha caído la proporción de hembras a menos del 45% lo que podría indicar algo de retención, aunque en realidad lo que ha aumentado más que proporcionalmente es la faena de machos. Hay mucha industria frigorífica activa y muchos mercados demandando. Se podría dar la paradoja que falten cabezas para cubrir la demanda y esto debería reflejarse en el precio. Hoy el productor recibe unos 110 $/kilo al vender un novillo gordo y paga por un ternero de 170 a 180 kilos por cabeza cerca de 150 $/kilo. Una relación compra venta del orden de 1,35 o más, poco atractivo para un negocio de engorde en feed lot (sobre todo que a esto se suma un aumento del maíz, insumo clave en la alimentación). Pero en un país “patas para arriba” la hacienda es percibida como un refugio con tal de no quedarse en pesos, y esto empuja precios. También suben los precios de las vacas, las vaquillonas y los reproductores, que mes a mes mejoran su precio y con remates de cabañas donde un toro de calidad casi no baja de los $140.000 a $150.000. O sea que el corto plazo muestra una actividad en movimiento y con resultados diversos según modelo y según zona. Pero queda claro que la ganadería, por su propia característica biológica,  basa su desarrollo en el largo plazo. Por ello está siempre latente la amenaza de un país que se cierra, con una economía inestable e inflacionaria, con poco crédito y alta voracidad fiscal. Cielo despejado pero nubes en el horizonte.

Negocio lechero: en el mes de agosto el precio Siglea fue de 18,65 $/litro, que representa un aumento del 21.3% respecto a un año atrás en pesos y una caída del 12,8% si se mide en dólares (hoy se paga algo menos de 0,25 u$s/litro…aunque con dólar real vale 0,15 u$s/litro). En sólidos útiles el precio de agosto fue de 257,6 $/kilo. Fuerte pérdida de competitividad en los últimos meses. El aumento del precio del maíz sube costos, generando preocupación y obligando a revisar los planteos alimenticios, aunque sin gran margen de maniobra hasta que arranque fuerte la primavera. La industria recibiendo leche sin complicaciones y manteniendo plazos de pago. Las Pymes industriales intentando reactivar su actividad de a poco y tratando de recuperar leche perdida. En el primer semestre hay cerca de un 9% más de leche producida que en el mismo período de 2019, una clásica respuesta productiva. Para ese período, Argentina es el país que más ha aumentado su producción respecto a sus principales competidores. Quedan dudas si en el escenario actual, con un consumo de leche en el mercado interno que se mantiene estable pero no puede absorber aumento de precios (en el último año el precio de lácteos al consumidor subió cerca del 20%), hay expectativa por ver si al menos se podrá sostener la baja rentabilidad actual del negocio. La exportación es clave, representando cerca del 23% del destino de los lácteos, con el producto principal (leche en polvo entera) con precios que fluctúan entre los 2800 y los 3000 dólares/tonelada. Suena absurdo que se esté penalizando la exportación con retenciones del 9%. Sigue el alerta amarilla en la actividad.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Últimas noticias