Importantes áreas de Iowa y Nebraska, que integran lo que se conoce como el “midwest” de Estados Unidos, se encuentran bajo el agua producto del deshielo de las últimas nevadas pero sobre todo por el desborde del río Missouri como consecuencia de fuertes lluvias ocurridas en los últimos días.
También se encuentran afectados otros estados, como Kansas y Missouri.
Las inclemencias climáticas ya se hacen sentir en el mercado, donde los analistas comenzaron a restarle hectáreas al maíz 19/20, uno de los principales cultivos que se producen en la región, y cuya siembra empieza en las próximas semanas.
En este contexto, en la última rueda de Chicago, el cereal ajustó con subas cercanas a los u$ 2, con valores de u$s 149 y 153 para las posiciones mayo y julio respectivamente.
Este viernes, el USDA publicará un nuevo informe con estimaciones de siembra, que brindará mayores elementos para el análisis, tanto para el maíz como para la soja.
Pérdidas Millonarias
Ganado ahogado y campos bajo el agua, determinaron que se declare el estado de emergencias en la totalidad o en parte de los estados agrícolas afectados
Sólo en Nebraska, ya se estiman pérdidas en el orden de los u$s 1.500 millones.
Flooding near Waterloo this morning. #NebraskaFlood pic.twitter.com/3ofBxFOirw
— Gov. Pete Ricketts (@GovRicketts) March 16, 2019
El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, aprobó el pasado jueves una declaración de desastre para Nebraska, que pone a disposición fondos federales en nueve condados que fueron los más afectados por las inundaciones.
Por su parte, en Missouri se contabilizaban unos 40.000 acres bajo el agua (equivalente a casi 20.000 has.).
Las inundaciones también le han pegado fuerte a la producción etanolera, centralizada en plantas ubicadas en los estados de Nebraska, Iowa y Dakota del Sur, poniendo en riesgo aproximadamente el 13 % de la capacidad de producción de etanol del país.
«Esto se perfila como una temporada de inundaciones potencialmente sin precedentes”, declararon desde el Centro Nacional del Agua de la NOAA en Tuscaloosa, Alabama.
La amenaza de más inundaciones persiste en todo el Medio Oeste y podría aumentar en las próximas semanas con lluvias adicionales que se extenderían hasta el mes de mayo.