La trilla en la región núcleo se completó pero los resultados quedaron muy lejos de las expectativas, ya que a principios de campaña se esperaba una posible producción de 6,4 millones de toneladas.
Concretamente, la zona termina aportando al país unas 4,4 millones de toneladas del cereal, que resultan en unas 500 mil toneladas menos que el ciclo anterior.
Con 360 mil hectáreas más que el año pasado, la región núcleo solo alcanzó el 90% de la producción de la campaña pasada.
El rinde promedio final fue de 32,7 qq/ha, 12 quintales por debajo de la campaña pasada.
Entre el granizo, las heladas, la sequía y los excesos hídricos se perdieron 118 mil hectáreas este año, unas 100 mil más que el año pasado.
Estos son datos que se desprenden de un reciente reporte publicado por la Bolsa de Comercio de Rosario.
Los mejores rindes
El norte bonaerense expresó la mejor performance productiva con promedios que rondaron los 39 qq/ha.
“El centro-sur santafesino y el este cordobés quedaron muy por detrás de los rindes medios zonales”, resumieron los técnicos rosarinos.
Las heladas de principios de octubre y las lluvias record de noviembre impactaron de lleno sobre el rendimiento del cereal, dejando rindes promedios que estuvieron por debajo de los 27 qq/ha.
Pérdidas
En un año con pérdidas record de superficie, las adversidades climáticas causaron la pérdida del 8% de área cultivada.
Las mayores pérdidas de área se dieron en el este cordobés y el noroeste bonaerense, apunta el reporte de la Bolsa rosarina.
“En agosto hubo un evento muy fuerte de granizo sobre el este cordobés que afectó a 30 mil ha. Pero fue aún mayor el efecto de la pedrada de octubre”, describe.
El foco de destrucción si situó en el noroeste bonaerense, dejando una gran pérdida en más de 40 mil hectáreas.
