En las últimas horas, en una de sus varias declaraciones en medio de las tensiones que han transcurrido en la Argentina, Elisa Carrió le solicitó a los productores que vendan la soja que tengan, para ayudar al gobierno que “los ayudó” para que se produzca un ingreso de divisas que permitan contar con mayores recursos para controlar la crisis.
Reconociéndole, con muchísimo respeto, todos los aciertos que ha tenido Carrió y la valentía con que ha denunciado innumerables maniobras destituyentes y actos de corrupción, no parece en esta ocasión estar compenetrada o comprendiendo qué está sucediendo en el campo. Al menos, esta es nuestra impresión.
Algunas respuestas de la gente:
Opinión de 2 economistas cordobeses
Juan Manuel Garzón – IERAL – Fund. Mediterránea
Gónzalo Agusto – Bolsa de Cereales de Córdoba
3 comentarios
Carlan: quise escribir faltan
Delenfa: quise escribir dependa
Los garfios no son muy aptos para el teclado de mi telefono.
Esta mujer, si bien la respeto, me parece que tiene gastado el forro del disco de enbrague por las patinadas que pega de tanto en tanto…
Otra vez es culpa de los productores que todo se dscajete???
No hay alguien que se haga cargo y diga: los gobernantes somos unos analfabetos que no tenemos la mas puta idea de economia y es culpa nuestra el estado en que esta el pais???
Pero no, ahora calran dolares porque no vendemos soja….
1_no les parece una vergüenza que un pais delenfa casi exclusivamente de un cultivo para que el dolar no se dispare??
2_por que no se bajan el sueldo los jueces, diputados, gremialistas, y todos esos pseudopatriotas???, pues son patriotas con el bolsillo ajeno, porque para pedir patriotismo se llenan la boca pero en el bolsillo de ellos parece que hay un cocodrilo a la hora de ser patriota.
El ejemplo se da de arriba, señora carrio…
El segundo comentario que le hacen a la sra lilita es impecable. Refleja el artazgo que la gran mayoría de la gente de campo siente. El ninguneo hacia el sector, la difamación de la actividad agropecuaria, el incremento continuo de trámites burocráticos y declaratorios que a ningún otro sector se lo exigen, las empresas parásitas que pretenden ser «socias» solo en las ganancias al igual que lo es el estado y muchos otros motivos por los cuales estamos cansados, hacen que muchos productores estemos dispuestos a pagar el precio y parar el campo el tiempo que sea necesario para ver si se dan cuenta del papel que jugamos.