martes, 23 de abril de 2024
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Carne Vacuna. El poder de compra está 10 kgs por debajo del promedio de los últimos 10 años

A pesar de experimentar una recuperación en el corto plazo, el poder de compra de las remuneraciones en términos de carne todavía se encuentra casi 10 kilos por debajo del promedio de los últimos 10 años.

En este sentido, según un reporte de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), la remuneración bruta media del sector asalariado alcanzaría para comprar 163,5 kilos, por debajo de los 173 kilos de la década.

De esta manera, si bien se estima que podría haber un incremento interanual en el consumo de carne de vaca, el informe de la entidad rosarina analiza los distintos factores y variables por lo que viene perdiendo terreno frente al pollo y el cerdo. Para ello tuvieron en cuenta indicadores como el consumo, el poder adquisitivo y los precios.

Consumo

El consumo total de carnes bovina, aviar y porcina por habitante en Argentina podría ubicarse en torno a 115,2 kg en el año 2023. De ser así, representaría una mejora del 4,2% respecto al año anterior, y se alcanzarían niveles de consumo cercanos a los del año 2017. Por otra parte, cada habitante consumiría en 2023 un total de 4,0 y 3,4 kg por encima de los promedios de los últimos 5 y 10 años, respectivamente.

En su informe, la entidad analiza el consumo de carnes a lo largo del tiempo comparando el porcentaje que se consume de carne vacuna contra el de sus sustitutos, cerdo y pollo. Al respecto, señalan “que desde el año 2002 la primera ha ido perdiendo representación en la canasta de consumo, siendo reemplazada por las otras dos fuentes de proteína animal”.

De esta manera, “la composición de la dieta cárnica del habitante promedio sería: 46% de carne bovina, 39% de carne aviar y 15% de carne porcina. La proporción de carne bovina habría aumentado 2,3 puntos porcentuales respecto al 2022, alcanzando niveles cercanos a los de 2019”, precisa la BCR.

Precisamente, en el 2016 el consumo bovino empardó con los sustitutos, y desde entonces representa menos de la mitad de toda la carne que se come anualmente en las mesas argentinas. “Sin embargo, en los últimos 2 años la tradicional carne vacuna ha recuperado parcialmente su participación relativa, subiendo dos puntos”, explica la BCR en su reporte.

Salarios

Otro indicador que tuvo en cuenta la BCR para realizar su análisis fue la evolución de la capacidad adquisitiva de los salarios en términos de carne.

De este modo, según establece la entidad, “la remuneración bruta promedio del sector asalariado alcanzaría para comprar 163,5 kg de asado en el 2023. Este dato indica una recuperación respecto del piso relativo alcanzado en 2021, cuando el poder de compra de los sueldos era de 134 kg, y puede ser uno de los factores explicativos del incremento en el consumo cárnico que se viene experimentando este año”.

Sin embargo, “es importante mencionar que, a pesar de ser una recuperación en el corto plazo, el poder de compra de las remuneraciones en términos de carne todavía se encuentra casi 10 kg por debajo del promedio de los últimos 10 años”, subraya la BCR.

Cabe también mencionar que “este indicador sirve para tener una idea del poder de compra en términos de la carne, pero sobreestima el mismo, dado que se trata de remuneración bruta y no de remuneración neta. Además, sólo se está considerando al sector asalariado privado, quedando excluidos los monotributistas, trabajadores autónomos y asalariados del sector público, entre otros. Pese a esto, el indicador es útil e informativo para realizar comparaciones interanuales, dado que el criterio que se utiliza es constante”, explican.

Para realizar este análisis, la entidad utilizó los promedios anuales de las remuneraciones brutas desestacionalizadas, informadas por el Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), y se dividen por la media anual del precio del kg de asado para el mismo período, relevado por el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA).

Precios

Otra variable que tuvo en cuenta el análisis de la BCR para explicar la dinámica de los diferentes consumos cárnicos fue la relación que existe entre el precio de la carne vacuna y el de sus opciones sustitutas.

Para ello, “se computa un indicador que calcula el precio relativo entre la cotización de la carne vacuna, medida por el kg de asado, y la de las carnes sustitutas, conformado por un mix compuesto por 0,5 kg de pollo entero y 0,5 kg de pechito de cerdo. Los datos provienen del IPCVA”, señaló la entidad.

De esta manera, “se observa que desde 2021 la carne vacuna se ha abaratado relativamente en términos del mix de pollo y cerdo: mientras que en 2021 se podían comprar 2,1 kg de mix con lo que salía 1 kg de asado, en 2023 esta cantidad bajó a 1,9. Sin embargo, puede afirmarse que la carne vacuna aún está cara si se la compara con el promedio de los últimos 10 años, que es de 1,7 kg.”, indican los analistas rosarinos.

A modo de resumen, el informe de la BCR concluye que “a partir de los datos analizados el poder adquisitivo en términos de carne vacuna ha mejorado en los últimos dos años, tanto por su relación con los salarios como con los precios de otras carnes, por lo cual ha aumentado su participación relativa en el consumo”.

Sin embargo, “si se aleja la lupa y se observa un período más largo, como puede ser el promedio de los últimos 10 años, se observa que el consumo de carne de vaca ha perdido terreno contra el de sus productos alternativos como resultado de un menor poder de compra de los salarios y de un abaratamiento relativo del pollo y el cerdo”, sintetizan.

Argentina vs. otros países

El informe señala que a pesar de que el consumo de carne vacuna per cápita se encuentra en niveles cercanos a mínimos históricos, resulta importante recalcar que la Argentina todavía sigue siendo el principal consumidor de carne bovina por habitante a nivel mundial.

En este sentido, en 2023 se estima un consumo de 53,1 kg por habitante, superando cómodamente a los dos países que continúan en el podio: Uruguay y Estados Unidos, donde el habitante promedio consumiría 43 y 37 kg, respectivamente. A continuación, siguen en el ranking Brasil (35,3 kg), Israel (27,2 kg), Chile (26,3 kg) y Australia (25,6 kg).

“Pese a todo, el tradicional asado continúa siendo uno de los pilares de la tradición gastronómica local, y un infaltable en la mayoría de las mesas argentinas”, concluye el reporte.

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