En la primera ronda de operaciones de la semana en Chicago, hubo subas generalizadas para los tres principales commodities agrícolas negociados.
Las alzas estuvieron encabezadas por la soja, seguida por el trigo y el maíz. El clima en Estados Unidos y la situación bélica en el Mar Negro, entre los factores que apuntalaron las ganancias.
Por su parte, en el mercado local de Rosario, se registraron cotizaciones entre estables y bajistas por maíz y sin cambios por soja, ya que la implementación de denominado “dólar soja” sigue sin convencer a los productores.
Chicago
La soja comenzó la semana con subas por arriba de los US$ 6 y cotizó entre US$ 557 y US$ 481 según posiciones negociadas en la plaza norteamericana. Los derivados copiaron esta tendencia alcista del poroto y subieron US$ 20,06 (US$ 1.203) el aceite y US$ 6,61 (US$ 513,29).
De esta manera, las subas registradas por los futuros de soja en Chicago, se debieron, por un lado “por buena demanda interna en EEUU y por la incertidumbre con respecto a nuestro país. Los miembros de la Asociación Nacional de Procesadores de Semillas Oleaginosas (NOPA) procesaron 5,1 millones de toneladas de soja en marzo, un 12,3% más febrero, marcando el mayor procesamiento mensual en 15 meses”, señaló la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) en su informe diario.
Paralelamente, “los mercados externos continúan atentos a las noticias que vienen desde este lado del mundo. Las exportaciones argentinas no cobran impulso, y la actividad en puertos clave del país se paralizaron este lunes producto de un conflicto sindical, lo que ayuda a apuntalar las cotizaciones”, añadieron los analistas rosarinos.
A su vez, el clima también aporta lo suyo y plantea un interrogante sobre la evolución de la siembra de granos gruesos en Estados Unidos, con pronósticos de temperaturas más bajas de lo normal en el Medio Oeste, a lo que se sumarían importantes lluvias y chances de heladas.
Por su parte, el maíz abrió la semana con subas de entre US$ 4 y US$ 2 para quedar a valores de entre US$ 266 y US$ 228 según contratos.
Entre los factores que están presionando al grano amarillo, los operadores ubican al clima frío y algunas nevadas en el Medio Oeste americano que, al igual que en el caso de la soja, amenazan con retrasar la siembra de maíz en Estados Unidos.
Además, “la incertidumbre con respecto a la situación en el Mar Negro continúa aportando presión a este mercado; Ucrania dijo que el corredor de exportación estaba en peligro de paralización después de que Rusia bloqueara las inspecciones de los barcos participantes en aguas turcas”, indicó la BCR.
Y los precios del trigo volvieron a subir, esta vez, más de US$ 5 en todas sus posiciones para registrar valores de entre US$ 255 y US$ 269 la tonelada en la plaza norteamericana.
“El mercado de trigo vuelve a tensarse luego de que Polonia, Hungría y Eslovaquia prohibieran las importaciones de granos y otros alimentos procedentes de Ucrania para proteger sus propios sectores agrícolas”, explicaron los analistas de la BCR.
A su vez, “las declaraciones de funcionarios de Rusia en torno a la posibilidad de no extender la vigencia del corredor durante la semana previa aportan un foco de incertidumbre sobre el suministro proveniente de esta región”, añadieron.
Rosario
En la segunda semana del dólar soja, “el Mercado de Granos local reinició su operatoria exhibiendo un leve incremento en su dinamismo comercial en materia de compradores activos ofreciendo precios”, resumieron desde el recinto de la bolsa rosarina.
En este contexto, la soja abrió la primera ronda semanal con buena presencia de compradores activos y valores ofrecidos que se mantuvieron estables, con un mercado que mantiene el foco en los tramos cortos de negociación
De esta manera, por soja con entrega inmediata y para las fijaciones, las ofertas del día nuevamente alcanzaron valores de $ 100.000 por tonelada, sin cambios entre jornadas.
El nuevo tipo de cambio y los valores negociados, parecen no tentar a los productores a realizar ventas, ya que, según los analistas se esperaba que las operaciones arribaran a los $ 110.000 y hasta $ 120.000 por tonelada, cosa que no está sucediendo.
Por su parte, el rango de precios publicados por el Monito SIO-Granos y pagados por las fábricas en la zona de Rosario se ubicaron unos pesos por arriba.
En tanto, en el mercado del maíz, se registró “un descenso marginal en el número de compradores, mientras que se registraron bajas en los valores propuestos por el segmento disponible y en algunas posiciones correspondientes al cereal tardío”, señaló la BCR.
Dentro de este panorama, la posición con descarga inmediata cayó US$ 5 respecto del viernes y se ubicó en US$ 230. La descarga entre abril y mayo se sostuvo sin variaciones en valores de US$ 230. Con relación al cereal de cosecha tardía, la posición junio volvió ubicarse en US$ 215, al tiempo que la entrega entre julio y agosto arribó a US$ 205/t y US$ 200 respectivamente, implicando una merma de US$ 5 para ambas posiciones.
Y el mercado de trigo “volvió a registrar propuestas de compra abiertas tanto por la mercadería disponible, como así también por el cereal de la próxima cosecha”, resumió la BCR. En este sentido, por trigo con descarga inmediata hubo ofertas de US$ 275. Por el trigo de la nueva cosecha, entre noviembre y febrero, se ofrecieron abiertamente US$ 235 con un mayor número de compradores interesados.
Dólar Soja
Este lunes la liquidación de divisas del agro, solo por ventas de soja bajo el programa de incremento exportador, anotó más de US$ 153 millones, lo que significa la segunda mejor cifra desde la puesta en marcha el miércoles pasado, del denominado dólar soja.
De esta manera el acumulado hasta el momento es de US$ 968,5 millones y a pesar de un conflicto sindical que está complicando las exportaciones en los puertos, la operatoria se movió con total normalidad al inicio de la semana.
El objetivo del Gobierno es superar el ingreso de US$ 5.000 millones de la mano de las ventas de soja de la campaña pasada y grano del actual ciclo. Según las proyecciones del mercado, esta semana será clave porque se espera un nutrido ingreso de divisas que podría alcanzar los US$ 1.500 millones, lo que le brindaría además un respiro al BCRA.
