Las importaciones energéticas en nuestro país crecieron un 4% en volumen, pero por la suba de precios crecieron un 100% en dólares, respecto al año pasado. En este mismo sentido, las toneladas importadas de fertilizantes cayeron un 31%, pero el complejo demandó un 20% más de divisas para comprar esta menor cantidad de abonos. En lo que hace fundamentalmente al embarque de las cosechas argentinas, la demanda de divisas para pago de fletes creció un 40% respecto al 2021 y un 177% respecto al 2020, a pesar de haber embarcado un menor volumen de exportaciones.
El anterior párrafo es el resumen de un informe elaborado por la Bolsa de Comercio de Rosario, en el que se destaca que para los fertilizantes, el sector energético y el traslado de productos, el conflicto bélico significó un verdadero shock del que se siguen aún sufriendo las consecuencias.
De esta manera, a un año del inicio de un conflicto de conmoción global, seis son los impactos de la guerra sobre la economía argentina: energía, fertilizantes, fletes, agroindustria, incertidumbre y desaceleración económica.
Energía negativa
“Rusia y Ucrania son importantes jugadores en los mercados internacionales de petróleo y gas. Argentina aún persiste como importador neto de energía para su abastecimiento interno. El estallido del conflicto disparó a nivel internacional el conjunto de los precios de la energía, en un marco de fuerte incertidumbre de producción y abastecimiento global”, indica el documento.
“En un contexto de restricción de divisas, las importaciones del complejo Petrolero-Petroquímico pasaron de US$ 7.147 millones en 2021 a US$ 14.138 millones en 2022, prácticamente una suba del 100%, cuando las cantidades importadas crecieron menos de un 4%. Los principales renglones importadores del complejo son el gasoil (US$ 4.626 millones en 2022), el gas natural licuado o GNL (US$ 2.566 millones) y el gas natural en estado gaseoso, importado a través de gasoductos (US$ 1.692 millones)”, detalla.
Fertilizantes, una trompada
El informe de la BCR refuerza lo que tanto se habló desde el estallido de la guerra en relación directa al agro: Rusia es el principal exportador global de fertilizantes y la urea, el fertilizante más popular del mundo, tiene una porción enorme de sus costos de producción explicados en el nitrógeno que se extrae del gas natural.
“El shock de energía fue también un shock en fertilizantes. Las cantidades de fertilizantes importadas por Argentina cayeron más de un 31%, pasando de 4,5 Mt a 3,1 Mt. Sin embargo, por las siderales subas de precios el Complejo Fertilizantes vio crecer en más de un 20% sus importaciones en dólares, pasando de US$ 2.279 millones en 2021 a US$ 2.737 millones el año pasado”, presenta el texto, en el que se destaca una palabra para los incrementos: “siderales”.
“Este shock tuvo un impacto directo en el agro. La dramática sequía se conjugó con la escasa disponibilidad de divisas para importar, determinando una caída en el consumo interno de fertilizantes por primera vez desde 2015. Merece la pena destacar que cerca del 70% de los fertilizantes que se consumen en nuestro país son importados, tomando un promedio de los últimos cinco años”, reflejan desde la BCR.
Sobrecosto de fletes marítimos
Con un nivel de embarques en mínimos de cuatro años en 2022, el año pasado se pagaron fletes por más de US$ 4.100 millones. Este valor se ubica casi un 40% por encima del 2021 y cerca de tres veces lo pagado en 2020. Esto toma aún más preponderancia si consideramos que en 2022 se embarcaron cerca de 93 Mt de productos agroindustriales desde los puertos argentinos, un 7% por debajo de los más de 100 Mt del 2021. Merece la pena destacar que este dato, al ser del balance cambiario, es base caja y efectivamente pagados.
Incidencia en los precios agrícolas
La guerra redundó en fuertes alzas en los precios de trigo, maíz, aceite de girasol y otros commodities relacionados.
En esta línea, el 2022 cerró con récords nominales exportadores para los principales complejos del agro: Soja, Maíz, Trigo, Carne Bovina, Girasol y Cebada mostraron las mayores exportaciones de su historia medidos en dólares corrientes.
Sin embargo, el conjunto de los complejos agroindustriales, responsables del 63% de las exportaciones nacionales, vieron crecer sus exportaciones cerca de un 8,5% entre 2022 y 2021, una suba de US$ 4.337 millones. Este crecimiento se explica por la mejora de precios para su colocación en mercados internacionales, ya que las cantidades exportadas el año pasado se mostraron por debajo del 2021.
La mirada optimista
El freno a la actividad económica mundial recortó mercados y restó dinamismo a la dinámica de inversiones y exportaciones argentinas, pero el informe cierra con un toque de optimismo.
“De todos modos, potenciales reconfiguraciones de las cadenas globales de valor (friendshoring y onshoring al alza) avizoran potenciales reconfiguraciones productivas en busca de la resiliencia en las cadenas de valor. Esto puede abrir interesantes ventanas de oportunidad para el país en sectores como el agro, la minería y la energía. Desde ya, el aprovechamiento de estas dependerá de múltiples factores económicos e institucionales tanto en nuestro país como en el resto del mundo. Independientemente de la duración de este conflicto, no caben dudas que más allá de sus impactos, siempre aparecen nuevas oportunidades para la economía argentina”, cierran desde la BCR.
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A casi un año del conflicto ¿Cómo impactó la crisis ruso-ucraniana sobre la economía argentina-