jueves, 28 de marzo de 2024
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Semáforo de Coninagro: compleja situación en economías regionales por altos costos y sequía

Un combo explosivo para las economías regionales: la extensa sequía producto de tres ciclos Niña consecutivos, y los altos costos en las distintas cadenas. Ese es el resumen del último Semáforo de Coninagro, herramienta que la entidad ruralista publica periódicamente para que el productor agropecuario pueda hacer un seguimiento de los indicadores que se analizan.

Con cifras que corresponden al mes de septiembre, sobre un análisis hecho el mes precedente, en esta última entrega vuelven a destacarse los costos crecientes en mano de obra, insumos y la baja demanda local e internacional. Además, el documento detalla la incidencia de la falta de agua, con una perspectiva de menor producción a futuro, generando un panorama bastante complejo. Así quedaron «las luces», con una marcada tendencia al rojo de alerta.

Los granos, afectados

De acuerdo al informe, la soja y el maíz “son las producciones que más están sufriendo la fuerte sequía ya su vez también padecen los precios empujados por el dólar soja. Georges Breitschmitt, Consejero bonaerense de Coninagro, remarcó que las reservas hídricas están bajas y dificultan una cosecha fina. Las estimaciones brindadas dan por debajo de los 20 millones de toneladas cosechadas el año pasado, ahora se habla de 15 o 12 millones de toneladas. A esto se suma que no se está sembrando en fechas óptimas, con los agravantes de siempre que no ayudan al productor como el alza de costos, el diferencial cambiario y demás”.

Esta misma situación se refleja como espejo en la provincia de Córdoba, ya que tal como se viene indicando en todos los reportes, el atraso en la siembra de la gruesa tendrá incidencia en los rindes, y en cuanto a la fina, comienza una cosecha triguera marcada por magros resultados como consecuencia de los bajos perfiles de humedad.

Otras producciones en baja

El informe advierte sobre el impacto que todos estos factores vienen generando en economías regionales como la frutihorticultura. Las peras y las manzanas suman además a lo resumido, la falta de mano de obra capacitada para las labores culturales, y el alto costo laboral que afronta el productor.

Por otra parte, el sector de la mandioca atraviesa también una situación complicada en el comienzo de un nuevo ciclo productivo que también se vio afectado por factores sanitarios. La consecuencia de la sequía fue que “el material que se guardó como semilla tuvo mala calidad por cuestiones sanitarias, y repercutió en la pérdida de plantas”.

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