viernes, 19 de abril de 2024
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Maní: con una producción de 936.100 toneladas, en la campaña 21/22 la retracción interanual fue del -17%

La Bolsa de Cereales de Córdoba dio a conocer los números finales de la campaña manisera 21/22, con una brecha importante en la relación superficie / producción. Esto es así, porque según los cálculos de la entidad, se sembraron 294.900 hectáreas, de las cuales se cosecharon 284.000 (ambos indicadores con un incremento interanual del 3%). Pero como contrapartida, el rendimiento en caja fue de 33 quintales por hectárea, lo que se tradujo en una caída interanual del 19%.

Ese rendimiento, posteriormente significó que la producción en caja, limpio y seco sea de 936.100 tn. y la producción en grano de 655.300 tn., tuviesen también una caída del 17%.

Un buen comienzo que luego se complicó

En Córdoba se sembró el 80 % de la superficie de maní en la región de influencia de la BCCBA.  Si bien la mayor parte del área se concentró en los departamentos del centro y sur (Río cuarto, General Roca y Juárez Celman), la distribución de los lotes alcanza a prácticamente toda la provincia. Pero el proceso tuvo un inicio promisorio que posteriormente fue sufriendo complicaciones, sobre todo climáticas: la ola de calor ocurrida en el primer tramo del año, y luego las heladas tempranas, tuvieron impacto en el desarrollo del cultivo.

“Durante los meses en los que se realiza la siembra de maní en Córdoba las precipitaciones se encontraron cercanas o por encima del promedio para la mayor parte de los departamentos de la provincia. Por este motivo la humedad del suelo presentó condiciones favorables y las labores de siembra pudieron realizarse sin inconvenientes”, expresa el informe de la BCCBA.

Sin embargo, el inicio de 2022 “comenzó con un golpe de calor en toda la zona agrícola, con mayor impacto en el centro y este de la provincia. Esta situación, junto con la falta de lluvias durante la primera quincena del mes, causaron daños a todos los cultivos estivales, principalmente en aquellos que habían sido sembrados más temprano”, indica la entidad.

Malezas, un problema

“Las lluvias de fines de enero y febrero le permitieron al cultivo recuperarse, pero el rendimiento se vio afectado a partir de ese momento. Respecto al aspecto sanitario, durante el ciclo del maní se reportaron ataques de arañuela (Tetranychus urticae), Sclerotinia spp. y carbón (Thecaphora frezii). Si bien las plagas y enfermedades siempre son un factor de importancia en el cultivo, las malezas son la principal problemática de los productores, destacándose el yuyo colorado (Amaranthus spp.) el sorgo de Alepo (Sorghum halepense) y la rama negra (Coniza bonariensis)”, se detalla.

Finalmente, el trabajo concluye explicando que “la baja humedad ambiental del otoño permitió avanzar con las tareas de arrancado a excelente ritmo, logrando los valores máximos en el rango que va desde la campaña 2013. Posteriormente, las heladas tempranas causaron algunas pérdidas en la producción y cierta demora en la cosecha”.

Para ver el informe completo, hacer clic AQUÍ.

 

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