Hoy viernes 13 de mayo será una fecha histórica en la comercialización de ganado en la Argentina, porque se está llevando a cabo el último remate en el Mercado de Liniers. Después de 120 años en el barrio de Mataderos, la mudanza total al nuevo predio ubicado en Cañuelas se concretará para dejar iniciada, a partir del martes 17 del corriente, una nueva etapa en la compra-venta de hacienda.
La flamante sede del Mercado Agroganadero (MAG), sobre la ruta Provincial N6 a la altura del kilómetro 88, ya viene siendo testeada desde hace casi dos meses con ventas reducidas algunos lunes, y unas semanas después con la incorporación de las ventas los miércoles.
120 años de historia
Esos son los años del Mercado de Liniers. Aunque en realidad, su historia comenzó en el año 1884, cuando los desbordes del Riachuelo llevaron a las autoridades a decidir el traslado de los antiguos mercados a una zona más alejada. La piedra fundamental se colocó el 14 de abril de 1889 y a fines de ese año ya había veintidós manzanas de lotes.
El 21 de marzo de 1900 se faenó el primer animal. En el edificio principal se instalaron la administración, un puesto policial, una estación sanitaria y una escuela. Al cumplir su primer lustro, el Mercado y Matadero ya funcionaba a la perfección. El proceso comercial completo, que arranca desde la llegada del animal vivo hasta la distribución en las carnicerías, se hacía dentro de Liniers. Las 97 playas de matanza formaban una herradura con incesante movimiento, mientras Buenos Aires crecía a su alrededor. Por eso, con el correr de los años comenzó a plantearse la idea del cambio de lugar.
A mediados de la década del 80 hubo fuertes reclamos vecinales y se tiró la idea de mudarlo a Chascomús. El objetivo, para algunos, era intentar reemplazarlo con varios mercados regionales localizados en diversos puntos del país, y allí no hubo acuerdo: había quienes pensaban que no debía trasladarse a más de 40 kilómetros. Asimismo, se argumentaba que al poner en funcionamiento varios mercados no habría ninguno con el volumen suficiente como para ser formador de precios. Ya en los 90, llegó la privatización del Mercado, que finalmente se concretó en 1992. Se cierra un ciclo histórico en la ganadería argentina.
Las nuevas instalaciones
En el nuevo predio de Cañuelas, en total, se construyeron 55.000 metros cuadrados de pisos de hormigón para la hacienda, y se techaron con acero casi 4 hectáreas de superficie que cubren los 450 corrales de venta y los 2.570 metros de pasarelas aéreas. En el lugar se incluyeron17 atracaderos curvos, 300 corrales galvanizados en el sector de carga y descarga y 16 básculas para pesar los animales.
La iniciativa fue del casi medio centenar de consignatarios. Con una inversión de 20.000.000 de dólares, se adquirió un campo de 110 hectáreas, y el diseño del mercado fue pensado bajo las pautas de bienestar animal y con foco en el equilibrio ecológico del entorno. El predio cuenta con una planta de tratamientos de efluentes líquidos de primera generación, además de una planta de compostaje y un lavadero de camiones que utiliza agua recuperada de la lluvia que juntan las 4 hectáreas de techo.
La nueva ubicación reduce los costos logísticos de los transportistas al evitar el ingreso a la ciudad de Buenos Aires. Además de descomprimir el tránsito, se produce un ahorro en el consumo de combustible y se torna más eficiente el tiempo de descarga de los animales.
De acuerdo a las autoridades del MAG, el nuevo predio necesitará para funcionar más de 1.500 puestos de trabajo en una primera etapa, para estirarse a los 7.000 sumando empleos directos e indirectos al momento de trabajar a pleno en su capacidad. Tendrá una capacidad para 12.000 cabezas diarias, con la posibilidad de ampliar el volumen con 6.000 cabezas adicionales.
Estos son algunas de las características del nuevo centro de referencia para los precios de la hacienda, al que suman algunas plazas regionales como la Sociedad Rural de Jesús María.
