La de este jueves fue sin dudas una jornada negra para los principales granos que registraron importantes bajas en el mercado de Chicago, algo que no se veían hace tiempo.
La oleaginosa cayó más de un 7% en su posición más cercana, el maíz culminó con bajas en torno al 6% para todas sus posiciones y el trigo cerró la ronda con bajas superiores al 3% para sus posiciones más cercanas.
La decisión de la Reserva Federal de EE.UU. (Fed) de mantener por ahora las tasas de interés pero con una proyección al alza para 2023 generó una fuerte salida de los fondos que impulsó los precios a la baja para la gran mayoría de los commodities a nivel global, y en particular para los commodities agrícolas.
Jueves Negro
El fuerte cierre de posiciones y tomas de ganancias estimuló considerables bajas en los mercados de futuros del complejo sojero. “La fortaleza del dólar estadounidense por las decisiones de la Reserva Federal no pasaron desapercibidas, y se suman a la dinámica bajista comenzada por las potenciales mejoras productivas y los potenciales cambios en la política de biocombustibles estadounidense”, sintetizaron los analistas de la Bolsa de Comercio de Rosario en su reporte diario.
En este contexto, la posición más cercana de la soja perdió casi u$s 44 y la cotización del poroto quedó por debajo de los u$s 500. Por el lado de los derivados, el aceite bajó u$s 121,25 (u$s 1247,09) y la harina retrocedió u$s 18,63 (399,33).
Por su parte, el maíz también cerró con bajas superiores a los u$s 15 en todas sus posiciones en un contexto de “mucha expectativa por potenciales cambios normativos, las compras internas de maíz en Estados Unidos caen con fuerza. Asimismo, el grano amarillo no fue ajeno al fuerte cierre de posiciones”, indicó la BCR.
Y agregaron que “las exportaciones semanales de maíz totalizaron apenas 18.000 toneladas, un 91% menos que la semana pasada, en un marco de generación de negocios muy limitado”.
Y en el caso del trigo, los factores bajistas vinieron por el lado de las buenas expectativas productivas a lo que se sumó una mejora de los rendimientos financieros estimulados por las decisiones de la Fed que generaron una fuerte salida de los fondos de muchos commodities, lo que generó fuertes pérdidas.
