“El productor agropecuario deberá trabajar mucho en la planificación fiscal para acotar la participación del Estado y en la patrimonial para lograr la continuidad del negocio más allá de las personas que lo desarrollan”, recomienda Lic. Mariano Echegaray Ferrer, consultor tributario especializado en el sector agropecuario (teléfono 0351 – 425 9001).
“Lo bueno es que se puede trabajar para cubrir ambos problemas con una misma estrategia, separar la actividad agropecuaria de los inmuebles propios”, puntualiza en un informe que envió a Agroverdad. El texto del trabajo es el siguiente:
En virtud de la información que surge del censo agropecuario realizado en el 2018, se destacan mucha información para caracterizar el sector. Un dato que llamo la atención es la forma en que se encuentran organizadas las unidades productivas desde el punto de vista fiscal.
Sobre esa información se observa que el campo se encuentra distribuido de la siguiente manera:
⦁ 84% Personas humanas
⦁ 11% Sociedades
⦁ 3% Sociedades de hecho
Se observa una baja participación de sociedades, lo que implica que el productor agropecuario deberá trabajar mucho en la planificación fiscal para acotar la participación del Estado y en la patrimonial para lograr la continuidad del negocio más allá de las personas que lo desarrollan.
Lo bueno es que se puede trabajar para cubrir ambos problemas con una misma estrategia, separar la actividad agropecuaria de los inmuebles propios.
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Disminuir los riesgos
La importancia que tiene separar la actividad agropecuaria de los inmuebles propios sobre la que se realiza, radica en buscar disminuir los riesgos al separar la fuente de ingresos y el patrimonio principal en diferentes sujetos.
Esto permite desde el punto de vista fiscal aprovechar ventajas vinculadas con las diferencias de cierres de ejercicios entre sociedades y la persona humana más la posibilidad de tener deducciones adicionales en sujetos que teniendo únicamente la unipersonal no lo tendríamos.
Cómo hacerlo
Desde el punto de vista patrimonial, al generar nuevas estructuras permite comenzar a transitar el traspaso de la empresa y se pone sobre la mesa situaciones para iniciar el ordenamiento de las empresas familiares y así se puede dar el caso de sumar a nuevos miembros ya sea a través de la formalización del trabajo que realiza dentro de ella o visualizando la participando en la distribución de los resultados de aquellos que no trabajan directamente en la misma.
Lo que debe quedar claro respecto del ordenamiento patrimonial es que dicho proceso se va a dar y cada familia decide como quiere que sea. Se puede realizar de una manera planificada y ordenada o de imprevisto y con desorden.
Lic. Mariano Echegaray Ferrer
Echegaray Ferrer Consultores Asociados
info@efconsultoresasociados.com
