miércoles, 24 de abril de 2024
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El desacople de precios y el ejemplo de la cebolla

El gobierno nacional sigue insistiendo con su teoría del “desacople de precios” para frenar las sucesivas subas en los precios de los alimentos y para aplicarlo parece decidido a echar mano de herramientas absolutamente regresivas y perniciosas para la economía y la producción.

Hace unos días, quien hizo de punta de lanza fue la vicejefe de gabinete Cecilia Todesca al decir que «las retenciones son una herramienta técnica que lo que hace es desacoplar el precio internacional del precio nacional para garantizar la oferta de alimentos a un precio razonable respecto de los ingresos de las familias».

Ahora fue el turno del mismismo presidente Alberto Fernández que advirtió en este mismo sentido que “el Estado sólo tiene dos canales para resolver el problema, dos herramientas que preferiría no usar: subir las retenciones (que en este momento están acotadas) o poner cupos, decir esto no se exporta”.

En medio de este debate sobre el precio de los alimentos y la inflación, para explicar lo que viene sucediendo en la Argentina con los sucesivos aumentos, el periodista especializado en agronegocios Iván Ordoñez recurrió al ejemplo de la cebolla para explicar por qué la exportación de un producto no tiene nada que ver con la escalada inflacionaria.

Al respecto, en una entrevista brindada días atrás al canal TN, comentó que en las últimas semanas “la cebolla aumentó un 73% y no se exporta”, y agregó, que las ventas externas de ese cultivo no llegan al 10% de la producción nacional.

En esta misma línea, el razonamiento de Ordoñez se podría aplicar a la zanahoria, la lechuga, la papa u otros productos similares que tampoco son exportados por la Argentina y, que más allá de las cuestiones estacionales, también viene experimentando subas en las góndolas.

El periodista también hizo referencia al caso de los aumentos de precios que también se vienen registrando en la indumentaria. “La ropa tampoco se exporta y subió un 60 %”, dijo. Además, vale mencionar, que en este caso, un gran porcentaje de los productos que se comercializan en las vidrieras son importados.

“La inflación promedio fue del 36 %, y los servicios regulados aumentaron un 15 %”, agregó. En este sentido, Ordóñez dijo que la inflación debe analizarse como “un proceso”, y consideró que “no se puede solucionar controlando mercados puntuales”.

De esta manera, sostuvo que una eventual suba de las retenciones o prohibición de las exportaciones tendrá su costo: “disminuirá la inversión de los que producen alimentos, todo el ecosistema se hace más chico”.

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