viernes, 19 de abril de 2024
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Por qué el agro debe tener “una gran motivación para encarar el 2021”, según Zorraquín+Meneses

Más allá de lo que deja el año, Teo Zorraquín y Alejandro Meneses, consideran que, por formar parte de un sector económicamente trascendente para el país, los productores y empresas del agro deben tener “una gran motivación para encarar el 2021.”

En el último Apunte del 2020, los consultores hacen un repaso de lo que dejó este año signado por la irrupción del Coronavirus, a partir de lo cual “no habrá más ‘los mismos’ en ningún rubro a futuro”.

Además de este mensaje de optimismo pensando en lo que vendrá, Zorraquin+Meneses hacen un repaso por la coyuntura actual y abordan cuestiones relativas a la economía, las preocupaciones del sector por el clima, y el panorama para los granos, la ganadería y la lechería.

Ser o no ser optimistas
En uno de los primeros puntos de los Apuntes consideran que tanto productores como empresas del agro deberían ser optimistas de cara al año que viene porque, si bien la pandemia y el país no ayudan, poder pertenecer y trabajar en un sector económicamente trascendente para el país es un gran privilegio y debe ser una gran motivación para encarar el 2021.

En este sentido, analizan que, que el sector “internacionalmente ha sido uno de los que menos ha sufrido el impacto de la pandemia” y además, “que es considerado como uno de los de mayor potencialidad futura”.

También analizan que “el 2020 será un año para recordar” y que “en el agro hubo malas y buenas”. Por el lado de las primeras engloban los permanentes ataques y provocaciones al sector como las restricciones para trabajar, rotura de silosbolsa, expropiación de Vicentin, Ley de Fuego, Impuesto a la Riqueza, entre otros. Del lado de la buenas, resaltan que este año explotó la venta de maquinaria agrícola, a pesar de todo se sembró todo lo posible, no quedó campo sin arrendar, aumentó la producción de leche, creció exponencialmente la aplicación de nuevas tecnologías, hubo reinversión de utilidades.

En este sentido, destacan que “el agro sigue siendo un actor esencial en muchos frentes para nuestro país, aunque poco se mencionó sobre el rol social, cultural y geopolítico que representa”. Por eso, exhortan a que “mejorar la comunicación y enamorar a las personas de centros urbanos sigue siendo un tema pendiente”.

Con el Covid-19, cambió todo
Con la irrupción del Coronavirus, el mundo cambió y “algunos creíamos que había cosas que no se podían hacer sin presencia física, y no sólo se hicieron sino que nos llevan a pensamientos del tipo .¿no se podrá hacer así de acá en adelante?”.

Por eso Zorraquín+Meneses sentencian que “no habrá más ‘los mismos’ en ningún rubro a futuro”. Porque el mundo vivió y fue durante este año “un gran experimento forzado a escala (que dejó de ser experimento), sin importar país, edad o clase social, un cambio cultural muy importante”.

“Para muestra basta un botón: si alguien nos invitara a invertir en una empresa internacional de hotelería que producto de la pandemia ha perdido en el último año 700 millones de dólares y ha despedido 1.900 empleados (25% de la plantilla), seguramente lo miraríamos con desconfianza. Sin embargo, Airbnb, la plataforma digital, el 12 de diciembre salió a la bolsa de Nueva York y sus acciones aumentaron un 114% en la primera rueda. Lo dicho, estamos ante un cambio de época, de funcionamiento, de razonamientos y expectativas futuras”, apuntan los consultores.

Coyuntura, economía y negocios
Sobre el paro en los puertos agroexportadores, que ya lleva 15 días, sostienen que “es un tiro en el pie” en plena cosecha de trigo a lo que se sumó durante varios días la caída en la página de la AFIP que permitió emitir Cartas de Porte, lo que provocó demoras en la carga de camiones

En cuanto a la macro, analizan que “los indicadores económicos y sociales del país se han deteriorado aún más de lo que estaban. Y el gobierno no manda un mensaje claro sobre cómo imagina la solución ya que se notan diferencias en el elenco gobernante”.

“El acuerdo que se logre con el FMI puede ser un punto de inflexión, positivo o negativo, en cuanto a generación de expectativas. Pero estamos convencidos que sin una reforma impositiva que favorezca a la actividad privada, el país no va a andar”, evalúan.

En otro párrafo de los Apuntes, Zorraquín y Meneses analizan la aparición este año del Consejo Agroindustrial Argentino, que “se ha seguido instalando como un interlocutor válido para el gobierno”. Por eso consideran que “el puente de diálogo existe, es necesario, y ahora falta ver si del mismo surgen medidas concretas y relevantes que sirvan a todos los eslabones de la cadena”.

En cuanto a las empresas del agro, “sin duda la preocupación mayor hoy es el clima, más allá de las lluvias dispares de los últimos días, la sequía en varias regiones es lo que marca la agenda actual”, explican. En este contexto, qué pasó con el precio de los granos (Cotizaciones MATBA / Rofex, posiciones cosecha) en dólares / tonelada:

“Entendemos que la suba de precios sigue siendo “estructural”, se confirma en cada informe del USDA y el recorrido futuro de las cotizaciones (máximos) depende fundamentalmente de la evolución de la sequía en Sudamérica. Las estrategias de coberturas siguen siendo las indicadas en informes anteriores, no contradecir la tendencia y coberturas con opciones”, analizan.

Sobre el negocio ganadero, evalúan que el escenario presenta algunos cambios, siendo el más relevante el aumento del precio del novillo que hace un mes estaba en el orden de los $ 115-120/kg para pasar a moverse ahora en el rango de los $ 150 a 160/kg y con máximos superiores a los 170. Pero también subió el precio del ternero desde los $ 150-160 a los $ 180 y alcanzando en algunos remates los $200/kg. “De este modo, mejoró para el invernador la relación flaco gordo pasando de estar arriba de 1,30 a estar más cerca de 1,15 a 1,20, lo que permite pensar en la recuperación del negocio de engorde a corral”, señalan. “Sin embargo, el alto precio de los granos, en especial del maíz, sigue dando dolores de cabeza a los que lo utilizan como alimento de engorde”, agregan.

Pero, a pesar de este panorama positivo, “la principal amenaza que aparece con fuerza es la posible intervención del gobierno en los precios del mercado interno para evitar aumentos de precios en mostrador”.

Y en cuanto al negocio lechero, analizan que el precio Siglea de noviembre fue de 20,37 $ / litro. Esto es, medido en pesos, un 4% más que en octubre y un 24% más que hace un año. Pero medido en dólares implica una caída interanual superior al 7% y obviamente una suba menor a la inflación.

“La ‘foto’ del negocio es mala, con resultados neutros o negativos por varias razones: el bajo precio recibido por el productor, el alto costo de los suplementos y la sequía de primavera que redujo la base forrajera. Esto va complicando la situación financiera que por ahora en general resiste utilizando ganancias logradas en el último año y medio”, explican.

Es inexplicable que a una actividad que genera riqueza, empleo e inversión como pocas en el agro, se le siga aplicando un impuesto a la exportación”, reflexionan.

“Los bajos precios actuales se corregirán seguramente con una menor producción en los meses de verano sumado a un eventual aumento de la demanda interna al flexibilizarse la cuarentena y subiría el consumo de distintos productos”, evalúan Zorraquín+Menese en el último apunte del 2020 para empresas del agro.

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