Un grupo de investigadores de la Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA) y del CONICET pudieron establecer que el efecto de la la saliva de la chinche verde es clave a la hora de determinar los daños a la semilla de soja.
Los científicos lograron describir la composición de la saliva de este insecto, que provoca fuertes pérdidas en cada campaña, para a futuro poder encontrar estrategias que aumenten las defensas de las plantas.
El hallazgo de los técnicos argentinos fue publicado en la revista Scientific Reports, del grupo Nature. La investigación de la FAUBA involucró la colecta de chinches en el campo, su cría y su reproducción en el laboratorio. Durante cuatro meses se recolectó la saliva de más de 2 mil insectos de manera artesanal, gota a gota.
Saliva y daños
La chinche verde (Nezara viridula) es una plaga polífaga que afecta principalmente a los cultivos extensivos como así también a los hortícolas. Y en soja, se calcula que cada año provoca pérdidas de hasta 5% en los rendimientos.
Un grupo de investigación de la Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA), que desde hace años viene realizando estudios al respecto, logró determinar cuáles son los compuestos de la saliva de los insectos que dañan a las semillas en desarrollo de la oleaginosa, con resultados que a futuro podrían servir para desarrollar nuevas tecnologías que ayuden a fortalecer las defensas de las plantas.
“Muchas veces los agricultores recién advierten los daños causados por la chinche verde en la soja tras la cosecha, cuando es demasiado tarde porque los granos ya quedaron afectados en su poder germinativo, en la calidad industrial y en el rendimiento”, explica Jorge Zavala, docente de la cátedra de Bioquímica de la FAUBA e investigador del Instituto de Investigaciones en Biociencias Agrícolas y Ambientales (INBA-UBA/Conicet).
Los investigadores argentinos inicialmente estudiaron el efecto bioquímico de la picadura de la chinche en la soja, para conocer los mecanismos de defensa de la planta en relación a los que pone en práctica frente a otros insectos.
De esta manera, a través de su trabajo, los científicos pudieron demostrar que en realidad no es el daño mecánico que el insecto genera con su estilete suctor lo que afecta a la planta, sino la composición de la saliva. Este insecto posee el estilete con el cual pica los granos de la soja y, a medida que va succionando, también va inyectando saliva con enzimas que degradan los tejidos de las semillas.
La chinche tiene “una maquinaria sofisticada para alimentarse”. En este sentido, Romina Giacometti, docente de la cátedra de Bioquímica de la FAUBA e investigadora del INBA, explicó que “se trata de una forma eficaz de digerir y absorber el valor nutricional de los tejidos vegetales y el contenido de las semillas, pero, en esta carrera armamentista, la planta tampoco se queda atrás y se defiende”.
Estrategias
El objetivo de la investigación es poder encontrar estrategias que aumenten las defensas de las plantas y, en este sentido, el trabajo de investigación señala que los actuales cultivos transgénicos de soja poseen la tecnología Bt, que brinda protección contra los insectos lepidópteros, pero que no controlan a la chinche.
“Entonces la única forma de controlarlas es con insecticidas, y generalmente se aplican dosis altas”, advirtió Zavala, quien, ante esta situación consideró que se podrían desarrollar nuevas investigaciones aplicadas en el laboratorio, que representan una alternativa al uso de productos químicos.
“Estas investigaciones nos sirven para entender qué compuestos son los que la planta de soja detecta específicamente y actúan para aumentar las defensas. En la medida que los identifiquemos, en el futuro podemos manipularlos y aplicarlos de alguna manera para que la planta de soja tenga más defensa y la chinche no la quiera comer”, agregó el investigador.
Por su parte, Giacometti agregó que “a futuro se podría trabajar sobre esas proteínas que la chinche inyecta en la planta y recorrer un camino inverso como para proteger genéticamente al cultivo de la soja ante el ataque de estos insectos”.
Un comentario
El chinche es muy perjudicial para todos los cultivos. Causa bajos rendimientos en el arroz(chinche negro), en el cacao(chinche negro), en el maíz(chinche verde, chupa el cogollo y lo inutiliza para siempre); en las aves de corral los deja tuertos o ciegos. Una alternativa de control fitosanitario sería mezclar el insecticida con melaza o azúcar para incentivar el apetito del insecto, con este procedimiento se controla al molusco llamado » babosa» que perjudica al arroz trasplantado.