jueves, 18 de abril de 2024
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Comercio, biocombustibles y medio ambiente: cuestiones agrícolas clave en las elecciones de EE.UU.

A poco más de tres semanas de las elecciones a presidente que definirán el rumbo de Estados Unidos y del mundo, sobresalen tres cuestiones clave no sólo para el sector agrícola norteamericano: comercio, biocombustibles y medio ambiente.

El actual presidente Donald Trump, que va por su reelección, goza de un amplio apoyo entre los “farmers”, pero algunos están descontentos con el impacto de sus políticas comerciales y de biocombustibles por sus consecuencias en los precios de los cultivos y la demanda internacional de productos agrícolas estadounidenses.

Por su parte, el candidato demócrata, y ex vicepresidente de Obama, Joe Biden se refirió al tema de los biocombustibles, prometió un enfoque más multilateral del comercio internacional y prometió hacer que la agricultura sea más amigable con el medio ambiente.

A continuación, analistas de la agencia de noticias Reuters resumieron algunos temas clave de la campaña presidencial estadounidense vinculados al sector agrícola:

Comercio exterior
Trump desafió los acuerdos comerciales entre Estados Unidos y muchos de sus principales socios comerciales. Entre ellos se encuentran algunos de los mercados de exportación más importantes para los agricultores estadounidenses.

La guerra comercial con China, un importante comprador de soja, lácteos y carne de cerdo, en particular, fue un punto delicado para el presidente entre los votantes rurales.

Desde 2018, la serie de aranceles impuestos a los productos chinos ha ocasionado pérdidas en ventas de granos por varios miles de millones de dólares. “Eso perjudicó a una economía agrícola estadounidense ya afectada por el clima extremo y un exceso global de soja y granos, lo que ha deprimido los precios y los ingresos agrícolas”, señalan los analistas de Reuters.

En respuesta, la administración Trump implementó el pago de subsidios por casi u$s 30 mil millones a los agricultores norteamericanos desde 2018, y luego varios miles de millones más por el impacto del coronavirus este año, según datos del USDA.

Estados Unidos y China firmaron un acuerdo comercial de «Fase 1» en enero, aunque las compras de productos agrícolas estadounidenses por parte del gigante asiático se mantienen por debajo de los u$s 36,5 mil millones prometidos para este año. Sin embargo, el aumento de las compras de maíz y soja por parte de China ha ayudado a que los precios de las materias primas se recuperen, lo que fue bien recibido por los agricultores.

Si bien Biden ha calificado las políticas de imposición de aranceles como «desastrosas», puede terminar manteniendo algunas si gana las elecciones, consideran algunos analistas.

Biden, quien tiene un historial de apoyo al libre comercio, dijo que seguirá una política comercial que funcione para los agricultores estadounidenses. “Pero enfrenta intereses en conflicto sobre el comercio, incluidos los sindicatos que quieren que se protejan los puestos de trabajo y los que quieren medidas contra el cambio climático”, indicaron los analistas.

Por su parte, Biden ha dicho que pondría fin a una «guerra comercial artificial» contra la Unión Europea, mientras trabaja para abordar los persistentes desequilibrios en el comercio agrícola entre los dos bloques.

Biocombustibles
Trump tiene un historial sinuoso en su manejo de las leyes de biocombustibles, lo que ha generado algunos problemas que han tenido impacto directo en los productores de maíz, cultivo que se usa para hacer que el etanol se mezcle con la gasolina.

En este sentido, la administración Trump ha cuadruplicado la cantidad de exenciones que ha otorgado a las refinerías de petróleo, eximiéndolas del requisito de cortar las naftas con biocombustibles. “Eso significa menos demanda de maíz para producir combustible y menores precios de los cultivos para los agricultores”, señalan los analistas.

Aún así, Trump ha otorgado algunas victorias a la industria de los biocombustibles. Su administración, por ejemplo, permitió expandir las ventas de gasolina con más etanol (E15), ayudó a asegurar una extensión del acuerdo con Brasil para no imponer aranceles a las importaciones de etanol de Estados Unidos y recientemente rechazó una gran cantidad de solicitudes de exención de refinerías.

Por su lado, Biden apoya las exigencias para que se mezclen las naftas con biocombustibles, al mismo tiempo que ha atacado la concesión de exenciones a las refinerías por parte de Trump.

Algunos cuestionan cómo el etanol y la política de biocombustibles encaja en los objetivos de Biden en darle mayor impulso a los vehículos de cero emisiones (electrícos). “Un mayor contenido de etanol en la gasolina reduce las emisiones de carbono a corto plazo, pero a largo plazo el creciente número de vehículos eléctricos reduciría la demanda de combustible y, con ella, la demanda de etanol”, reflexionan los analistas.

Regulaciones y medioambiente
Trump considera a las regulaciones ambientales como “trámites burocráticos innecesarios”, y particularmente su administración ha tomado medidas para debilitarlas o deshacerlas.

En este sentido, ha derogado normas sancionadas durante la presidencia de Obama que expandieron las protecciones de las vías fluviales, y el Departamento del Interior planea reabrir el Monumento Nacional Grand Staircase-Escalante en Utah para el pastoreo de ganado.

La administración Trump también retiró una norma que elevaba los estándares del USDA para la producción orgánica de ganado y aves de corral que se publicó en el registro federal durante los últimos días de la presidencia de Barack Obama.

Aunque esta regulación, que tuvo un amplio apoyo entre los productores orgánicos, se publicó cuando Biden era vicepresidente, la Plataforma de Biden para la América Rural no menciona específicamente la agricultura orgánica.

Sin embargo, los analistas consideran que una eventual presidencia de Biden haría un cambio brusco en otras regulaciones ambientales para los agricultores. Y en este sentido, señalan que el candidato demócrata ha propuesto impulsar el uso de fuentes de energía limpia, lo que podría abrir la puerta a más biocombustibles a base de granos.

Biden también ha propuesto que la agricultura de los Estados Unidos logre emisiones cero y que los agricultores reciban subsidios agrícolas basados ​​en prácticas ambientales como el secuestro de carbono. “Quiere expandir los programas para impulsar la fabricación de base biológica, para convertir los subproductos agrícolas como las existencias de maíz y el estiércol en productos químicos, materiales y telas”, señalan los analistas sobre los planes de Biden en relación al campo.

El reporte de Reuters fue elaborado por PJ Huffstutter y Karl Plume en Chicago y Stephanie Kelly en Nueva York; Editado por Aurora Ellis

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