El juez Fabián Lorenzini, a cargo del concurso preventivo de Vicentin, citó para mañana a los representantes de los dueños de la empresa y al veedor gubernamental (esta es la categoría que le dio el magistrado) Gabriel Delgado.
Corren variadas versiones sobre una eventual solución o acercamiento de las partes, pero mientras eso se trata de hilvanar, el presidente Alberto Fernández no deja de sorprender con sus intervenciones en relación a esta compañía: ahora reconoce que se equivocó cuando lanzó el proyecto de expropiación creyendo que “todos iban a salir a festejar».
El mandatario aparece como ingenuo -¿ingenuidad o cargada?, como la de la Vicepresidente con la “mulita”– pero, más adelante, al darse cuenta de la equivocación se dijo: “bueno si tienen una solución mejor, tráiganmela, pero sigo esperando». O sea, si esa solución no sale o sigue el concurso en manos de la justicia, ¿continuará con el proyecto?.
>> Leer también. Vicentin: «pensé que iban a salir a festejar». CLIC AQUI.
Dimes y diretes
Las versiones que se hacen circular, en particular, por algunos medios periodísticos, no hablan ahora de expropiación sino de salvataje, con la incorporación de los acreedores en porciones del paquete accionario y colocando a los clanes de la familia propietaria con porcentajes minoritarios.
Esas opciones encajan como anillo al dedo del gobierno, que lo que más quiere, es salir del atolladero en que se metió, aunque hay sectores del kirchnerismo duro y de fracciones izquierdistas que siguen empeñados en la estatización.
Aquí en Córdoba, nomás, patrullas policiales cortaron las calles de la ciudad para facilitar una minúscula manifestación que proclamaba una de sus clásicas consignas: confiscación, para que la empresa sea “del pueblo”.
♦ Las declaraciones de Alberto Fernández fueron a la radio La Patriada.