En la provincia de Córdoba hacen falta entre 40 y 80 milímetros para alcanzar niveles óptimos de humedad edáfica para poder proseguir con la siembra de trigo.
En el este de la provincia aún está pendiente de implantar un 15% del área apta y la falta de agua podría implicar recortes en la siembra y en la tecnología a usar, advierte la Bolsa de Comercio de Rosario.
Con este panorama, los analistas de la entidad estiman que podría haber un recorte de entre 5 a 10 % de área en la zona núcleo, y además para la próxima siembra maicera alertan que podría haber una caída de 5 a 30% en la región.
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Falta Agua
Sin lluvias de consideración a la vista, “hay pocos movimientos de siembra y hay poca humedad para seguir«, comentan en el reporte de la entidad rosarina.
El avance de siembra en la región es del 50%, faltan 900 mil ha para completar la intención y la falta de agua pone en jaque el oeste, advierten.
Se estima que podría registrarse una reducción de hectáreas de 5 a 10% en el este cordobés y el centro sur santafesino.
En el norte bonaerense la humedad en profundidad está, pero la superficie se ha ido secando, y si no llueve no se va a poder sembrar el 5% de suba que se esperaba.
“Es muy difícil que se concrete el crecimiento del área. En estas condiciones puede haber un recorte de 50 mil a 200 mil hectáreas. Habrá que ver cómo se comportan las lluvias”, señalan desde la bolsa rosarina.
“Hay productores que siguen sembrando más profundo o bajando dosis de fertilizante en la línea o separando la línea de siembra con la del fertilizante. El mayor problema son los lotes muy laboreados o poco rotados”, explican los técnicos.
“Para una parte del oeste del área núcleo podría ser el final a la siembra 2020/21” señalan.
Son muy escasos los milímetros que necesita el norte bonaerense, pero Santa Fe necesitaría entre 20 y 40 mm y Córdoba entre 40 y 80 milímetros.
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Impacto
El impacto de la falta de agua, podría afectar a los tres cultivos más importantes en área y rinde.
“Pese a la pronunciada falta de agua, el trío de cultivos trigo, soja y maíz generó 38,5 millones de tonelada en la región núcleo en la última campaña por el sostén que brindó la tecnología y las rotaciones”, indican.
En trigo, la falta de agua y el aumento de costos, que aún es incierto, en áreas dónde se pensaba aumentar el área de 5 a 10% ahora estiman bajas de 5 a 10%. En maíz, hasta la semana pasada se estimaba una siembra similar o ligeramente superior a la del año pasado. Ahora las intenciones exhiben caídas muy amplias entre sí, 5% a 30%.
Por su parte, la soja de primera, el cultivo que se pensaba reemplazar parcialmente para mantener o subir las rotaciones con gramíneas, podría tomar el hectareaje que dejen estas últimas y crecería en el nuevo escenario.
En este contexto, todos los técnicos coinciden en que ya no se aplicará en trigo el mismo paquete que se pensaba hace una semana.
“Algunos van más lejos y explican que en los cultivos con fuerte necesidad de fertilizantes, como las gramíneas, el uso de tecnología caerá en forma abrupta y dicen que ‘cuando la incertidumbre predomina, la variable de ajuste inmediata es la inversión en tecnología’. Ello signfica menor productivididad unitaria”, alertan desde la entidad rosarina.
