El gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, consiguió hacer pasar su “impuestazo” por la Legislatura de la provincia aunque sin alcanzar todo lo que pretendió en su proyecto original. Para el campo, no cambió practicamente nada: sigue con tasas inmobiliarias del 75%. Lo único que puede hacer variar el porcentaje es el pago en una sola cuota, que tendrá un descuento especial.
En la primera parte de una agitada jornada, ayer obtuvo una media sanción de Diputados en trámite «exprés». Después de los traspie sufridos durante 10 días, el mandatario kirchnerista concedió algunas “flexibilizaciones”.
Por la tarde-noche en el Senado el proyecto fue aprobado en general pero la oposición de Juntos por el Cambio no convalidó varios artículos, por lo cual volvió a la Cámara Baja, dónde nuevamente en un velocísimo trámite, se le dio la aprobación final poco antes de la medianoche (incluídas las modificaciones que impuso la oposición a las que, de hecho, le dió respaldo el oficialismo, aunque luego salió a echarle culpas a los opositores).
El 75%
Uno de los cambios más importante es que ahora la suba del 75% del impuesto inmobiliario urbano afectará a menos contribuyentes que en el proyecto original del gobernador.
La vicegobernadora Verónica Magario declaró después que «se ha destrozado el espíritu de ley» con las modificaciones que introdujo la oposición (Juntos por el Cambio) en el Senado y estimó que el fisco provincial recaudará ahora 10 mil millones de pesos menos que los que se pretendían.
El campo
En principio las subas del impuesto inmobiliario siguen en el 75%, si la valuación supera los $ 3.000.000 y 2.000 hectáreas. Kicillof ha insistido en que sólo alcanza a 200 contribuyentes, lo cual no condice con la realidad del último Censo Agropecuario, en que se relevó que los predios de más de 2.000 hectáreas suman más de 10.000. El Inmobiliario Rural alcanza a 300.000 cuentas.
Las establecieron excenciones solo para producciones extensivas de menos de 50 hectáreas, a los frutales tradicionales y los tambos con menos de 10o hectáreas.
Ceguera ideológica
Kicillof califica de “ricos” a los que poseen un inmueble urbano de 1.700.000 pesos de valor fiscal y 300.000 dólares de valor de mercado, como quedó finalmente el piso para la suba del 75% en el Impuesto Inmobiliario (él y muchos-muchos de sus compañeros están en esta categoría).
Algo menos ricos, serán los contribuyentes con inmuebles valuados entre 498.000 y 1,7 millones, que pagarán un incrementos del 55 por ciento. Las casas valuadas entre 303.000 y 498.000 pesos pagarán un aumento del 33 por ciento.
De todas maneras, como siempre, habrá que ver ver cómo llegan las boletas.
«Concesiones»
La información ha estado muy condicionada por una fuerte operación comunicacional del oficialismo, intentando “hacer ver” las concesiones a las que habría accedido.
Kicillof modificó 9 puntos del proyecto original –resumió el portal Infobae- que sirvió para acercar posiciones con la oposición. Entre esos cambios decidió que los jubilados con haberes mínimos no paguen el impuesto inmobiliario urbano, reducir la alícuota de ingresos brutos a las actividades de los profesionales y a la venta de los comercios minoristas, algunos beneficios para las pymes del sector agropecuario, descentralizar en los municipios el cobro de patentes modelos 2009 en adelante, eximir del pago de tasas e impuesto inmobiliario a las asociaciones civiles y poner un techo al incremento del impuesto automotor, que no podrá ser mayor a la inflación del 2019.
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