El Índice de Competitividad (IC) de CONINAGRO arrojó un dato contundente y poco alentador: se registró una caída interanual del 65 % en la inversión que realiza el Estado nacional destinada a la agricultura.
La dimensión “Inversión Pública”, que aborda el reporte de la entidad, se refiere al gasto de capital real a nivel de la Administración Pública Nacional orientado al sector agropecuario.
El otro instrumento de medición implementado por CONINAGRO, el Semáforo de las Economías Regionales, arrojó en su última edición mayoría de sectores con signos de advertencia o crisis por sobre los que tienen señales de prosperidad o crecimiento.
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Números
El Índice de Competitividad (IC) se divide en 7 dimensiones, donde cada una de ellas hace foco en un aspecto particular de la competitividad: Recursos Naturales, Infraestructura, Población, Entorno Macroeconómico e Institucional, Desempeño Económico, Sector Externo y Calidad-Diferenciación.
Uno de los primeros números que surgen del informe elaborado por el Área de Economía de la entidad que encabeza la Lic. Silvina Campos Carlés es que “en el último trimestre de 2019, el Índice de Competitividad experimentó una caída del 1,7% interanual”.
“La desmejora en la competitividad de las economías regionales del tercer trimestre se debe al deterioro de 5 de las 7 dimensiones que componen el indicador”, agrega el reporte.
Pero el dato que más sobresale es la caída interanual en un 65,2% de la inversión nacional en agricultura.
“En un contexto de búsqueda de equilibrio fiscal, el dato que sobresale del estudio es que la inversión en gasto de capital proveniente de la Administración Nacional destinado a la agricultura fue el indicador más afectado”, subraya el estudio de CONINAGRO.
En cuanto a la dimensión “Desempeño Económico” que aborda el informe, éste contribuyó negativamente sobre la competitividad multidimensional de las economías regionales, experimentando una caída del 3,9% interanual debido a que el precio percibido por el productor agropecuario mostró un retroceso en términos reales de 8,9% i.a., al mismo tiempo que el costo de producción promedio se incrementó por sobre la inflación.
En contraposición, la competitividad de las economías regionales se vio afectada positivamente por el “Sector Externo” y “Calidad y Diferenciación”.
Asimismo, dentro del pilar “desempeño económico”, el indicador de cantidades (consumo y producción) creció 1,6% interanual, principalmente de la mano de una mayor oferta de granos, maní y algodón.
Semáforo
Otro instrumento de medición elaborado por la entidad es el Semáforo de Economías Regionales, con publicación mensual y que abarca un completo relevamiento de las 19 principales economías regionales de nuestro país.
En la edición diciembre de este estudio, que abarca datos a noviembre de 2019, se advierte que son mayoría los sectores con signos de “advertencia” o “crisis” (10), por sobre las que evidencian señales de “prosperidad” o “crecimiento” (9).
*Accede al Informe completo haciendo CLICK AQUÍ
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