Varios medios -no Agroverdad- se hicieron eco de una versión que circuló con bastante fuerza ayer a la tarde y que aseguraba que Mauricio Macri se aprestaba a zanjar la larga controversia sobre nueva Ley de Semillas mediante un decreto cuyo texto comunicaría a los semilleros y entidades del agro durante una reunión convocada para mañana jueves al mediodía.
Anoche, el rumor –o el propósito- se esfumó. En el gobierno, si existió la idea, se habría dado marcha atrás.
Acertada decisión: en medio de las tensiones económicas, políticas e institucionales en que nos encontramos inmersos, sería un craso error pretender superar un conflictivo tema mediante una medida que, por más que su contenido satisficiera a algunos sectores, a todas luces disparará el encono de otros. Y, lo que es más de fondo aún, provocaría que quede en duda la legitimidad de un “decreto”.
Los proyectos de reforma de la Ley en el Congreso nacional avanzaron en algunos consensos pero no alcanzaron el suficiente respaldo como para que Diputados la sancionara.
Eludir el procedimiento legislativo no se conjuga con el clamor de defender la República, la Democracia y las instituciones. ¿O acaso nosotros no somos los buenos y los otros los totalitarios?. Se es democráta o no se es. Esa es la cuestión de fondo. Aunque te toque perder o resignar aspiraciones o intereses.
—
Un comentario
Me parece una medida totalmente acertada. Dicha ley solo beneficiaba a los semilleros y a un grupo muy reducido de empresarios del rubro agropecuario, quedando los productores, sobre todo los medianos y chicos, en una situación muy complicada en lo económico. Por otro lado la sobrevaloración en cuanto a algunas tecnologías que no brindan el veneficio que dicen, por lo menos en lo económico en determinadas zonas. Es lindo sacar muchos kilos de cereal, pero de nada sirve si al hacer las cuentas te terminás dando cuenta que con una tecnología vieja tenés más rentabilidad. Y por último, con el actual sistema de retenciones se deberían dejar de joder con seguir parasitando del campo, ya dan asco de inútiles al ver que no se les cae una idea sin tener que sacarle al que trabaja.