jueves, 28 de marzo de 2024
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Los caminos rurales siguen siendo perjudicados por los inescrupulosos que arrojan montones de basura

No obstante los reiterados reclamos en nuestras redes sociales y medios de difusión, los caminos rurales siguen siendo perjudicados por la desidia y el desinterés de muchas personas que arrojan montones de basura, en las cunetas o sobre la misma traza, denuncia la Asociación de Consorcios Camineros de la provincia de Córdoba.

“Los trayectos que atendemos no son basurales a cielo abierto. A las personas que arrojan allí sus desechos les rogamos que, por lo menos, se informen y averigüen a dónde se localiza el sumidero de desperdicios”, exhorta la entidad que preside Antonio Picca.

Haciendo lo que no se debe
Esa reprochable conducta –agrega-, “continúa siendo una realidad que retrasa y entorpece nuestras labores”. Y se brindan tres ejemplos concretos y elocuentes:

>> Consorcio Caminero Nº 138 Jovita. Los empleados se encontraron con un deplorable panorama cuando estaban efectuando un trabajo de enarenado.

>> Consorcio Caminero Nº 21 Capilla del Carmen. Para realizar la apertura de cunetas para drenajes de agua, alteo, ensanche, armado y arenado del camino, tuvieron que limpiar los residuos existentes. Con una costosa pérdida de tiempo y recursos.

> El Consorcio Caminero Nº 25 La Para, se encuentra con gran cantidad de basura arrojada en un trayecto del camino N° 3, conocido como el camino al Bagual, al norte de la ruta provincial N° 17.

Una anti-cultura argentina
En Argentina –apunta la nota de la Asociación- se produce una tonelada de basura cada dos segundos. En Córdoba, sólo el 15% de los distritos departamentales cuentan con sistemas de separación de Residuos Sólidos Urbanos.

Según la Dirección Nacional de Gestión Integral de Residuos, el promedio diario de desechos por habitante es de 1,03 kilos, equivalente a casi 45.000 toneladas diarias para el total de la población (una tonelada cada dos segundos) y alrededor de 16,5 millones cada año.

Los datos son alarmantes y resultan de estudios realizados entre 2016 y 2018.
Y deben llamar a la reflexión y a un drástico cambio de conducta. Y de cultura.

2 comentarios

  1. En camino San Carlos donde termina el asfalto en ocasiones está reducido a una mano por la cantidad de basura que tiran los mugrientos. Además mucha «gente» de abandona perros y crías que no quieren. Es una vergüenza lo que ocurre en la zona, además hay que sumarle la laguna permanente que se ha formado por la rotura del canal que viene del dique los molinos en donde tiran animales muertos. El basural fué iniciado por la gente del consorcio de regantes de zona sur por el año 2010, los cuales comenzaron a depositar ramas y basura proveniente de la limpieza de las asequias. Luego la gente al ver que tiraban cualquier cosa se sumó a incrementar el basural. En un par de ocasiones les reclamamos y como respuesta nos tiraron una camionada de basura en nuestro frente, lo cual quedó grabado por las cámaras de seguridad. Pero como a nadie le importa el tema desistimos de seguir reclamando porque al fin y al cabo lo único que ganamos fué hacernos odiar. Ojalá el gobernador se acuerde de ese camino que alguna vez fué la alternativa al peaje y hoy se asemeja más al cauce seco de un río que a un camino.

  2. En la provincia de San Juan, los caminos rurales sufren lo mismo. Arrojan escombros, ramas, tambores con aceite quemado, hasta tripas de animales y la lista continúa. Pero aquí nadie toma cartas en el asunto.

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