viernes, 19 de abril de 2024
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Al establecimiento porcino La Quimera no le faltó energía: “gracias al biodigestor” que inauguró en 2018

El biodigestor del establecimiento porcino La Quimera, perteneciente a la familia de Luis Picat, contó con energía durante todo el domingo, sorteando así los problemas que ocasionó ese día el “gran apagón”. “Gracias al biodigestor el domingo tuvimos energía todo el día en la granja”, informó a través de su cuenta de Twitter.

En cambio, debió salir apresuradamente a conseguir un generador para poder atender las necesidades del criadero también ubicado en el Norte de Córdoba, en Barranca Yaco.

A parte de productor y socio del frigorífico de cerdos La Quimera, Luis Picat incursionó en la política y la semana pasada fue electo intendente de la ciudad de Jesus María. Antes, fue presidente de la Sociedad Rural de Jesus María, dónde actualmente tiene a su cargo la vicepresidencia.

El Biodigestor de La Quimera

El criadero con Biodigestor está situado cerca de San José de la Dormida. Produce electricidad posibilitando el autoabastecimiento de todas las necesidades energéticas del establecimiento. Además, con otros beneficios adicionales, como la producción de fertilizantes. Fue inaugurado en abril de 2018: VER AQUÍ.

Picat le contó a Agroverdad que corrientemente el Biodigestor funciona al 70% de su capacidad pero que el domingo la contigencia energética que se vivió en todo el país, lo puso al 100%, con lo cual aportó electricidad a todas las instaslaciones, dónde se atiende a un millar de madres, en la mayoría de los casos con sus respectivas crías.

“Esta es una de las grandes ventajas de contar con tu propia planta de generación de energía”, apuntó.

En Barranca Yaco
A diferencia de La Quimera, en Barranca Yaco, dónde el criadero pertenece al frigorífico Qualitá –del cual Luis es socio- “a media mañana tuve que salir a buscar un generador para que no se viera alterado todo lo que hace falta para mantener a los cerdos sin que les falte lo que se tiene programado con anterioridad”.

Por ejemplo, el tanque de agua empezó a bajar rápidamente y no se le podía bombear caudal de modo que estuviera operativo todo el día.

También, el corte empezó a incidir en los distribuidores de alimentos. “Allí tenemos unas 200 madres: hubiera sido imposible atenderlas “a mano”. Cuando tenés más de 100, es bastante complicado el proceso de alimentación y peor si de repente se te presenta un problema totalmente imprevisto como el del domingo, para el cual en general nadie está preparado, si no tiene un biodigestor como nosotros en La Quimera o generadores de energía”, reflexionó.

Un dato adicional: el “apagón” ocurrió en una jornada de temperaturas bastante bajas y no se requería tener los sistemas de ventilación funcionando.

En suma, el biodigestor en el criadero de San José de la Dormida demostró otro de los grandes beneficios de hacer el esfuerzo por contar con una instalación como esa.


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