martes, 16 de abril de 2024
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Cómo lograr en 8 pasos un almacenamiento en silobolsa seguro y eficiente

La cosecha de la actual campaña gruesa de soja y maíz se desarrolla anticipando cifras muy alentadoras y marcando una tendencia hacia una producción récord.

En este contexto, especialistas del INTA de Manfredi y Balcarce realizaron una guía de 8 pasos con recomendaciones para la poscosecha de granos de soja y maíz, con el foco puesto en el almacenamiento en silo bolsas hasta el control y monitoreo de los granos almacenados.

Los técnicos recomiendan prestar especial atención en la etapa de poscosecha de granos, de manera que facilite la toma de decisiones en estas labores y que se realice con la mayor eficiencia para evitar pérdidas en calidad y cantidad.

“En el actual contexto de alta producción concentrada en una brecha de tiempo de unos 60 días, el uso del silobolsa será la estrategia más empleada por los productores argentinos para solucionar al menos temporalmente, las cuestiones relacionadas a la logística de granos”, destacan.

Recomendaciones, paso a paso
En esta guía de recomendaciones técnicas, los especialistas en almacenamiento de granos del INTA enumeran las cuestiones más importantes a tener en cuenta para lograr una buena hermeticidad y un adecuado almacenaje de granos en silobolsa:

1. TERRENO: La preparación del terreno determinará la base que permitirá lograr un buen armado de la bolsa.

“El suelo debe ser firme y parejo, preferentemente alto para evitar la acumulación de agua de lluvia. Para ello lo más aconsejable es repasar el suelo con una hoja niveladora, evitando el uso de rastra. Los sitios menos adecuados para armar bolsas son los terrenos flojos, desparejos, con riesgo de anegamiento y los cubiertos por rastrojos que pueden perforar las bolsas”, apuntan.

“Es importante elegir el terreno de acuerdo a la orientación ideal de la bolsa, que debe ser Norte-Sur para permitir la uniformidad de la irradiación sobre la bolsa y reducir la posibilidad de migración de humedad. Es muy importante armar la bolsa lo más recto posible, colocando una guía durante el llenado”, agregan los especialistas.

2. LLENADO: Las interrupciones durante el llenado son las principales causas de la desuniformidad de la bolsa que se manifiesta en cada parada de máquina como un bache con mayor acumulación de aire debido a la menor presión de llenado.

“Por esto es imprescindible efectuar un adecuado frenado de la máquina durante el llenado y cada vez que se necesite se debe parar, utilizando el freno del tracto”, señalan.

3. CIERRE DE LA BOLSA: Para evitar la entrada de agua y aire es fundamental emplear algún método de cierre como el termo sellado o cinta, diseñados especialmente para cierre de silobolsas.

“Una vez cerrado el extremo final, se debe hacer una zanja en el suelo y enterrar la punta de la bolsa, de manera que quede una terminación continua de la bolsa con el suelo, que permita el total escurrimiento del agua”, explican los técnicos del INTA.

4. CUIDADO: Es necesario asumir que se debe dedicar tiempo al cuidado de los silos.

En este sentido, recomiendan “mantener los alrededores limpios, montar un alambrado eléctrico de 4 hilos entre los 5 y 50 cm del suelo. Además, es útil determinar causas y frecuencia de roturas para cuantificar y planificar soluciones para campañas venideras”.

5. CONTROL Y MONITOREO DE LOS GRANOS: El control de calidad debe comenzar antes del llenado de la bolsa, extrayendo la mayor cantidad de muestras posible.

“Eso permitirá determinar correctamente el contenido de humedad previo al embolsado”, subrayan.

Los técnicos del INTA, señalan que “en el caso de las bolsas ya armadas donde se desconozca la calidad inicial, se puede realizar 2 tipos de control, uno es mediante el uso de calador, midiendo en todo el perfil del silo si hay alteración en la calidad, o la presencia de olores objetables -fermentación alcohólica que implica el comienzo de deterioro-“ .

“La periodicidad del control dependerá del estado del grano y de la bolsa, en caso de que el grano se encuentre seco y la bolsa no presente signos de roturas se debe muestrear cada 30 a 45 días”, recomiendan.

La otra forma de controlar el estado de los granos almacenados es mediante el monitoreo con equipos de medición de CO2, que se basa en la baja permeabilidad de la bolsa plástica al pasaje de gases y en la respiración del grano asociada con los microorganismos, lo que produce un incremento en la concentración de CO2 y una reducción en la concentración de O2 sobre todo con grano húmedo, ya que estos producen mayor actividad biológica.

“Esta tecnología permite localizar áreas o focos de alteración en plazos no superiores a los 7 días de almacenamiento”, destacan.

Independientemente del método, es muy importante tener una alta presión y frecuencia de muestreo, dada la gran variabilidad de calidad (contenido de humedad, porcentaje de dañado, incidencia de hongos, hermeticidad, etc.)

6. CALIDAD DEL GRANO: Durante la cosecha se debe tener en cuenta que el trato agresivo al grano provoca daños mecánicos que afectan el posterior manejo y la conservación.

El tegumento del grano posee importantes funciones y protege a las estructuras internas contra choques u otros efectos abrasivos. Además sirve de barrera a la entrada de microorganismos y al ataque de insectos; también actúa en la regulación del intercambio gaseoso y de humedad, y en algunos casos, regula la germinación”, explican.

7. HUMEDAD DE ALMACENAMIENTO SEGURO: Es aquella que permite conservar los granos sin riesgo de desarrollo de hongos -contenido de humedad de equilibrio menor a 67%-.

“Cuando el almacenamiento se realiza a altas temperaturas, la humedad de almacenamiento debería ser menor, considerando que el aumento de la temperatura y la humedad del grano reducen el tiempo de almacenaje seguro porque aceleran la pérdida de peso y calidad”, precisan los especialistas del INTA.

8. TEMPERATURA AMBIENTE EXTERIOR: Si se compara con otros sistemas de almacenaje como silos o celdas la bolsa posee una baja relación volumen-superficie, esto produce que la temperatura del grano esté directamente asociada a la temperatura media ambiente.

“Los principales agentes de deterioro del grano en la bolsa son los hongos, el efecto de la temperatura cobra importancia cuando la humedad del grano permite el desarrollo de estos microorganismos”, advierten.

“Temperaturas altas durante el embolsado de grano húmedo propician un rápido deterioro inicial del mismo. También la actividad de los hongos aumenta cuando el grano almacenado en la época fría del año permanece hasta la primavera”, agregan.

“Cuando se almacena grano seco, el efecto de la temperatura sobre el deterioro por hongos se minimiza”, indican.

El trabajo fue realizado por: Ing. Agr. Diego M. Santa Juliana del INTA Manfredi; Ing. Agr. Marcelo L. Cardoso; Ing. Agr. Ricardo E. Bartosik; Ing. Agr. Diego A. de la Torre; Lic. en Cs. Biológicas María Bernadette Abadia de INTA Balcarce. Y técnicos pertenecientes al Módulo Poscosecha de Granos del INTA.

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