jueves, 25 de abril de 2024
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En soja, cómo lograr una «tasa» del 100% en dólares en 6 meses

Hace 15 años que los rindes de soja están estancados, pero la Argentina tiene posibilidades de aumentarlos sustancialmente con las tecnologías disponibles actualmente. Desde Fertilizar Asociación Civil consideran que el país podría obtener hasta 5,6 millones de toneladas más por año con las dosis recomendadas para lograr altos rendimientos, que representan 30 kilos de fósforo y 16 de azufre, con lo cual se lograría una ganancia de 639 kilos por hectárea y un margen adicional de 72 dólares/ha..

En estas épocas de elevadísimas tasas de interés, ese resultado equivaldría a un «100% en dólares en 6 meses».

Desde la entidad, creen que hay una oportunidad de manejo de la tecnología, que está siendo desaprovechada por los productores agrícolas y por el país.

Éste fue el eje de una charla convocada por Fertilizar bajo el lema ‘Un año para desafiar a la soja’, que contó con la participación del Jefe de Agencia del INTA 9 de Julio, Luis Ventimiglia y el vicepresidente de la Asociación, Jorge Bassi.

Una cuestión de dósis
Según los números de Fertilizar, el productor de soja aplica unos 50 kilos en promedio de fertilizantes con fósforo y azufre con los cuales logra entre 3.000 y 4.000 kilos de soja por hectárea.

“Pero en estos años los suelos se deterioraron y aumentaron los potenciales de respuesta”, advirtió Bassi.

No estamos explorando el salto; estamos estancados en rendimientos promedio. Hoy hay mucho más dinero por generar en una hectárea de soja. Aunque el ‘testigo’ parezca razonable, se está perdiendo el salto de rendimiento”, exhortó.

El paulatino deterioro de los suelos por extracción de nutrientes y la mejora potencial del rendimiento están generando cambios en los parámetros de las recomendaciones. Por eso “ahora, con las dosis que trabajamos para lograr altos rendimientos, que representan 30 kilos de fósforo y 16 de azufre, logramos una ganancia de 639 kilos por hectárea, que significa un margen de 72 dólares/ha frente al testigo”, graficó el directivo.

“El productor está utilizando las recomendaciones que generamos hace 15 años, pero nuestra actual recomendación genera mejores resultados y están probadas con un serio trabajo de ensayos con resultados contundentes”, sostuvo.

Bassi señaló que “si aplicamos la tecnología propuesta de fertilizantes (30 P y 16 S) el país obtendría 5,6 millones de toneladas más por año, con el agregado de haber sostenido y mejorado la calidad del grano (% de proteína), y mejorando también el balance de nutrientes que hoy es altamente deficitario».

Relación insumo-producto

El directivo también informó que la relación insumo/producto para esta campaña 2018/19 es de 2,97 (“con 3 kilos de soja pago un kilo de fertilizante fosfatado”), la cual sigue favorable a pesar de que cayó respecto a la campaña anterior (2,56, en 2017).

“Hoy, la respuesta a la fertilización de soja es contundente y generalizada. Debemos aplicar el paquete completo de fertilización ya que la soja responde al apilado de nutriente. Si buscando ahorrar, no aplicamos los nutrientes balanceados, le daremos erraticidad a la respuesta”.

Bassi compartió las recomendaciones para el manejo de la nutrición en soja en el que el paquete nutricional debería ser el siguiente:

-Nitrógeno: inocular adecuadamente,
-Fósforo: hacer análisis de suelo y aplicaciones divididas cuando se apliquen dosis altas (anticipada en invierno la mayor parte y luego el resto),
-Azufre: aplicar de 10 a 12 kg/ha. “No puede faltar”, sentenció,
-Zinc: hacer análisis de suelo y aplicar. “Estamos viendo respuestas considerables en muchas regiones”,
-Boro: para la fijación, aplicar vía foliar.

Este paquete tiene respuestas que se dan en el mismo año y que en lo que hace a ganancias pueden llegar al 100%. No hay tantas inversiones que den 100% en dólares en 6 meses”, destacó.

Ensayos a campo
Ventimiglia maneja la red de ensayos del oeste bonaerense que provee de datos a Fertilizar y dio consejos para mejorar los rendimientos basados en un aumento en la aplicación de nutrientes, especialmente el fósforo realizados durante 6 años en un ensayo a campo.

El ensayo se hizo por 6 años, en los cuales el productor que aplicó 140 kilos de superfostafo obtuvo casi 2.000 kilos más de soja promedio por año; y el que aplicó la dosis homeopática logró 1.200 kilos en promedio.

El ingeniero agrónomo describió que el rinde máximo logrado en un lote de soja en el mundo se dio en Estados Unidos con toda la tecnología posible –incluido el riego- y fue de 11.700 kilos por hectárea. Pero apuntó que en el partido de 9 de Julio se lograron 9.000 kilos, Sin embargo, el promedio en su región es de 4.000 kg/ha.

“Estos números nos orientan sobre las posibilidades de mejora que tenemos en la región. Tenemos que ser más profesionales, ya que tenemos muy altas tasas de extracción de fósforo y así los suelos se van degradando. Y cuando la cantidad de nutrientes del suelo es baja, la calidad del grano va a ser baja”, sentenció.

Ventimiglia describió que un lote “virgen”, sin agricultura, posee 58 partes por millón de fósforo y que “hoy en el partido de 9 de Julio el 74% de los lotes tienen menos de 10 ppm; esto ocurrió porque se consumió y no repusimos. Tenemos tasas de extracción muy altas en nitrógeno, fósforo y azufre”, destacó.

¿33 quintales o 53 quintales?

En rendimientos, un lote sin fertilizar logró un rinde de 3.340 kilos de soja “y fue negocio para el productor porque no gastó nada”. En el mismo ensayo con una aplicación “homeopática de 40 kilos de superfosfato triple de calcio”, como es el promedio de uso en la zona, se cosecharon 4.547 kilos. Sin embargo, cuando se aplicaron 140 kg de fertilizante/ha (100 anticipados y 40 a la siembra) se alcanzaron 5.318 kilos, subrayó.

“En 1,6 años se duplica la ganancia del lote testigo”, graficó el especialista.

En cuanto al suelo, después de seis años de producción, en el testigo sin aplicación se extrajeron 56,6 kilos de fósforo “elemento”; en cambio con el tratamiento recomendado (140 kg) quedó un saldo positivo de 59,5 kilos entre lo que extrajo el grano y lo que aportó el fertilizante. “Sin dudas se produjo más y mejoró el suelo”, sostiene Ventimiglia.

En el mismo ensayo, en el 4to año se comenzó a aplicar 1,5 kg de zinc (sulfato de zinc), gracias al cual se lograron ganancias adicionales de promedios anuales de 500 kg/ha. ya que “con los nutrientes P y S ya no alcanza, también hay que aplicar micronutrientes”, agregó Ventimiglia.

Calidad de grano y proteína

Otra arista de la deficiencia de nutrientes es la calidad del grano y la menor cantidad de proteína.

La fertilización con altas dosis incrementó sustancialmente los rendimientos y, no solo no diluyó la proteína, sino que la mejoró en al menos 1,5% respecto del tratamiento sin fertilización”, mencionó.

Y teniendo en cuenta la cotización de la soja y el valor del fertilizante durante las 6 campañas, el margen económico obtenido de la práctica de fertilización fue de 317 dólares por hectárea de promedio.

En la relación peso ganado-peso invertido fue un promedio anual de 5,54 dólares por cada kilo de fósforo aplicado en la soja. Es una fortuna”, aseveró.

Con este argumento, el técnico afirmó que aquellos contratistas o arrendatarios que no fertilizan porque tienen contratos anuales, deben re-evaluar su estrategia. “No podemos dejar pasar esta oportunidad de mejora”, exhortó Ventimiglia.

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