A fin de año Holanda, país líder en la producción de agroalimentos, inaugurará la primer granja flotante del mundo ubicada en un puerto urbano. En un país cuyo territorio es más chico que el de la provincia de Tucumán, la idea tiene cierta lógica si se piensa que para los holandeses la tierra es un recurso escaso.
La instalación, construida por la empresa inmobiliaria Beladon, está emplazada frente al puerto Merwehaven en Rotterdam, y en un principio albergarán unas 40 vacas Meuse-Rhine-Issel que serán ordeñadas por robots.
Los directores del proyecto expresaron que su intención es la de ayudar a la ciudad a producir sus alimentos de forma sostenible, sobre todo cuando las estimaciones indican que para el 2.050 la población mundial alcanzará los 9.800 millones de habitantes, de los cuales el 70% vivirá en ciudades. Por esta razón, consideran que las granjas urbanas en espacios interiores, donde los vegetales se cultivan en estantes organizados de forma vertical, iluminados por luces ultravioletas, irán en aumento.
Flotante y Sustenbable
La granja de Beladon, de tres pisos y anclada en el lecho oceánico, tiene previsto comenzar a funcionar a fines de 2018 y producir 800 litros de leche al día con 40 vacas que serán ordeñadas mecánicamente.
Las instalaciones estarán preparadas para reciclar todo lo que sea posible y generar su propia energía con paneles solares.
«Al menos el 80% de lo que comerán nuestras vacas serán productos de descarte de la industria alimentaria de Rotterdam», explica el director general de la granja, Albert Boersen.
Cuando esté funcionando a pleno, el establecimiento producirá leche pasteurizada y yogurt para venderlo a Rotterdam. También procesará y venderá el estiércol de las vacas.
Cómo surgió la idea
A Peter van Wingerden, ingeniero de la empresa, se le ocurrió la idea en 2012 cuando estaba en Nueva York trabajando en un proyecto para construir una casa flotante en el río Hudson.
Cuando estaba allí, la ciudad fue azotada por el huracán Sandy que inundó calles e inutilizó la red de transporte dejándola virtulamente paralizada.
Como consecuencia del fenómeno climático, observó que las entregas de mercadería empezaron a complicarse y, a los pocos días, era casi imposible encontrar alimentos frescos en las tiendas.
«Al ver la devastación causada por el huracán Sandy, me di cuenta de la necesidad de producir alimentos lo más cerca posible de los consumidores», dice Van Wingerden.
«Ahí surgió la idea de producir alimentos frescos en el agua, adaptándonos a los cambios climáticos «, recuerda.
Al principio, la gente pensaba que la idea era «rara, graciosa o increíble», dice el ingeniero, pero ahora han empezado a creer en ella.
Minke van Wingerden, esposa de Peter y socia comercial, dice que la granja comenzará con 40 vacas, una cantidad suficiente para que no dé pérdidas.
Este concepto de granja flotante, que también es resistente a los huracanes, puede ser muy fácil de replicar, por lo que sus creadores están ahora buscando oportunidades para construir más granjas flotantes no sólo en Holanda, sino también en Asia.
«Esperamos crear muchas más granjas flotantes, pero también nos gusta la idea de que otros nos copien o contribuyan con ideas para alcanzar los mismos objetivos», dice Peter van Wingerden.
«La producción de alimentos saludables y en cantidad suficiente, es clave para lograr un mundo mejor, más limpio y más seguro», confía van Wingerden.
