El transporte de granos está en alerta por su crítica situación, según señalan desde la Cámara Empresaria del Autotransporte de Cargas de Córdoba (Cedac). Se han realizado tratativas pero aún sin resultados, asegura la entidad.
Los motivos son varios. Por un lado, el menor volumen de la campaña 2017/2018 como consecuencia de las condiciones climáticas significó una baja de la demanda logística. Por el otro, el impacto de la suba de precios, especialmente el combustible -insumo básico para la actividad-, la presión impositiva y el hecho de que las tarifas provinciales sean inferiores a las nacionales; combo que impacta en la rentabilidad y agrava aún más la crisis.
“Situación crítica”
“El sector está en una situación crítica, en el caso del transporte de granos se actualizó el cuadro tarifario, pero no se aplica. Hay un retraso del 40% mínimo en la tarifa”, dijo Rolando Pérez, gerente de Cedac, en diálogo con Agroverdad.
Cabe recordar que en febrero pasado, transportistas y dadores de carga de Córdoba acordaron un aumento del 22% en la tarifa orientativa que rige para el traslado de granos por camión (la actualización anterior fue los primeros meses de 2017); porcentaje que quedó desactualizado a raíz de las últimas subas, especialmente del combustible.
Incumplimientos
Desde Fecotac señalan que “varios dadores de carga no cumplen con las tarifas convenidas y, lo que es peor aún, tampoco con la cláusula de dar prioridad de carga a los transportistas de las localidades donde ésta se genera, provocando un serio perjuicio económico en los pueblos donde trabajan, situación que ha despertado obviamente la preocupación de los intendentes vinculados”.
A fin de evitar consecuencias más graves para la actividad, las instituciones que agrupan al transporte se reunieron con entidades agropecuarias y cerealeras con el ministro de Trabajo de la Provincia, Omar Sereno, para intentar encontrar soluciones; sin avances concretos hasta el momento.
Asimismo, los directivos de Cedad mantuvieron reuniones con autoridades de la Administración Federal de Ingresos Públicos (Afip) por la presión impositiva de la actividad y las dificultades de los empresarios para cumplir las obligaciones fiscales.
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